RELATOS COTIDIANOS: ¡QUÉ MALA ONDA! (bajo licencia de Creative Commons)

11 agosto 2008

¡QUÉ MALA ONDA! (bajo licencia de Creative Commons)

Para hoy tenía planeado publicar un post divertido, ácido y entretenido. De esos que me gustan a mí. Pero la verdad es que esta mañana me levanté de muy mal humor. No se exactamente qué me molestó. Supongo que habrá sido una sumatoria de cosas que me sucedieron a lo largo de estos últimos cinco días. Así que voy a dedicarme a criticar un poco.
En primer lugar, les cuento que lo primero que escuché esta mañana fue la buena noticia del INDEC: sólo se registró un 0,6% de inflación para el mes de julio. Y para lo que va del año, un 4%. Ja ja. Lindo chiste para las 6.30 (hora en que suena mi maldito despertador).
Mis bolsillos no dicen lo mismo. Mi prepaga acumula un 40%, las clases de inglés de mi hijo un 25%, la comida para el perro un 50%, los alimentos no se, ya perdí la cuenta. Pero si para el gobierno es realmente tan baja la inflación...¿Cómo es que se otorgan aumentos de sueldo y jubilaciones por un 20 o 25% para un país que funciona como un relojito?
Otro tema que me hartó fue la locura de las vacaciones de invierno. ¿Está todo el mundo alterado o me parece a mí? Esas locas salidas con los pibes como si fuera la última vez... Se acumulaban todos en los shoppings, en los cines y en los teatros. ¡Dios mío! No se podía caminar por ningún lado. Y para darle el cierre final, todavía en medio del receso cayó el Día del Niño. Con los bolsillos vacíos de tantos gastos.
Por suerte, los chicos hoy están en el colegio. Algunos, porque como siempre aparece un paro imprevisto que deja a los pibes sin clases y a los padres pensando con quién quedarán los críos cuando todo tendría que volver a la rutina cotidiana.
Sí, ya se que la escuela no es un depósito para niños. Aunque lo parece porque cuando hay clases, bastante poco aprenden.
El jueves último recibí la factura de luz. Fue un balde de agua fría. Para la empresa que nos provee de energía eléctrica, nuestro consumo se incrementó en un 70%. Llamé de inmediato para hacer el reclamo pertinente y después de sólo 20 minutos de espera me atendió el operador muy gentilmente.
Me aclaró que debido a los cambios estacionales, muchas veces hay incrementos que no notamos. Le indiqué que no calefaccionamos la casa con electricidad, sino con gas.
Me retrucó aclarándome que mi consumo anterior había sido elevado. No tan alto como éste, pero elevado al fin. Le retruqué que el periodo anterior comprendía el mes de marzo, todavía caluroso y que entendía la diferencia de consumo.
Me preguntó si en los últimos días habíamos comprado algún artefacto nuevo que pudiera justificar el valor de la factura. Subiendo el tono de mi voz y visiblemente molesta, le contesté:
-Sí, hicimos un cambio. Colocamos en la cocina lámparas de bajo consumo y apagamos todas las luces inútiles para no consumir más de 600 kw. y de esa manera no entrar en el aumento que tienen previsto. ¿PODRÍAS TOMARME EL RECLAMO PARA QUE VENGAN A CONTROLAR EL MEDIDOR?
Veremos qué me depara el destino. Apelo a la honestidad de esta gente para que me solucione el pequeño y desagradable imprevisto.
Y para cerrar con este día de tanta mala onda, anoche mi hijito se acercó, después de haber festejado su día, después de haberle preguntado si estaba feliz con los regalitos recibidos y después de haberme dado cuenta de que ya no tenía un peso más a mi disposición, y me susurró casi al oído para soportar mi calentura lo menos traumáticamente posible:
-Mami...¿Viste mis botines de fútbol? Bueno, el dedo gordo me llega acá adelante...y me aprietan un poco.
Les traduzco: "acá adelante" significa "con la uña marcando el cuero del botín".
Y lo que me quiso decir fue: "estos botines no dan más. Ya no puedo patear con ellos. Me van a tener que comprar unos nuevos. Pueden ser esos lindos que vimos la vez pasada en la casa de deportes. Yo puedo pagar una parte con mis ahorros. No tiene que ser hoy, puede ser mañana".
FIN

2 comentarios:

Victor dijo...

Este año le compre a mi pequeño unas zapatilas Puma y unos borceguíes Timberland que yo ni los hubiera soñado a su edad... el ingrato pego un estirón en dos meses y las patas le crecieron como dos numeros!...

Con respecto a la energía eléctrica preparate para que suba x 3. Lamentablemente.

Saludos

Fabiana dijo...

Ya no resisto. Es el cuarto par de zapatillas en lo que va del año. Y en cuanto a las marcas, yo a su edad usaba para el colegio las Flecha. De tela y con la puntera de goma. Pero costaban dos mangos.

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