RELATOS COTIDIANOS: MARIO CAPECCHI, LA HISTORIA DE UN PREMIO NÓBEL

22 noviembre 2008

MARIO CAPECCHI, LA HISTORIA DE UN PREMIO NÓBEL

Mario Capecchi es genetista molecular. Es ítalo-estadounidense. Ganó el Premio Nóbel de Medicina en 2007 junto a otros dos colegas. Fueron premiados por sus trabajos pioneros en el campo de la manipulación genética de animales con la intención de imitar modelos de enfermedades humanas como el cáncer o la fibrosis quística.
-No es el único ganador de un Premio Nóbel, pero su vida tan dura y particular me conmovió. A partir de ella, me puse a pensar qué poco conocemos de estos hombres y mujeres que (sin saberlo) tanto hacen por la humanidad.
La mayoría no son reconocidos por el común de la gente. Sólo después de sus muertes se les rinde homenaje colocando sus nombres en algún hospital.
Este no es un homenaje, simplemente quiero compartir con Ustedes esta maravillosa historia.-


"Nací en Verona. La mía es una larga historia. Todo comenzó durante la Gran Guerra. Mi primer recuerdo es de cuando vivíamos en los Alpes Tiroleses y la Gestapo vino a buscar a mi madre. Yo tenía 3 años y medio.

Mi madre, Lucy Ramberg, se enamoró de un aviador italiano, mi padre, Mario Capecchi. Pero luego tuvo que criarme sola.

Mamá era una poetisa, una intelectual antinazi y presentía que iban a ir por ella. Por eso vendió todo lo que tenía y les dio el dinero a unos granjeros del Tirol para que cuidaran de mí si algún día a ella le pasaba algo.

Mamá acabó en un campo de concentración.

Los granjeros me cuidaron unos meses, pero un día el dinero de mamá desapareció. Algo pasó. No lo sé. Pero yo terminé solo. Tenía 4 años. Y estuve sobreviviendo en las calles con una pandilla de chiquitos. Éramos un grupo de críos que robábamos por toda la Italia de posguerra para poder comer.

Recuerdo que siempre tenía hambre.

Al final me internaron en un hospital en el sur de Verona, donde luché contra la fiebre tifoidea provocada por la desnutrición. Y así estuve, desnudo en una cama durante un año."


En 1945 su madre fue liberada en Dachau y luego de 18 meses de búsqueda, se reencontraron.
Lucy vio la libertad el día que Mario cumplió 9 años.



"Le costó 2 años encontrarme con aquellos delincuentes. Habíamos salido del Tirol y terminamos en Calabria.

Mamá decidió que nos fuéramos a América porque ella tenía un hermano allí.

Fuimos a Filadelfia. No aprendí a leer hasta los 13 años, pero entonces ya sabía todo sobre la vida.

Luego seguí estudiando, progresando.

En la calle aprendí a confiar en mí. Yo estaba solo.

Creo que mi trabajo de hoy como científico está vinculado a esa etapa. Mi mente era mi entretenimiento.

Yo enseño a mis alumnos a ser paciente. Les digo que en vez de pasar tanto tiempo pensando en algo, es mucho mejor ir y hacerlo. Pero para eso hay que tener un plan. Una idea de hacia dónde uno quiere ir. Y desearlo mucho.

Ahora hay una sensación de que las gratificaciones tienen que ser inmediatas. Pero la gratificación, es algo que lleva mucho tiempo, esfuerzo, dedicación y paciencia. Y por eso, es maravilloso cuando llega."


Capecchi siempre sonríe. Dejó atrás una infancia dura. Todo lo que le fue adverso, le sirvió para crecer.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Impresionante historia de vida!!!

Saber por todo lo que pasó este hombre, tiene que ayudar a que debemos "quejarnos menos" de muchas cosas, pues quienes han pasado por "verdaderas" tragedias, a pesar de todo miran al mundo con gran fe y esperanza!!

Besotes!!

Juan Antonio dijo...

Fabiana

Entré a tu blog desde otro, de una amiga común.

Yo admiro a los que luchan, a los que salen de la nada, con su supremo esfuerzo.

¿Por qué será que los que tienen dinero no valoran, ni se esfuerzan en conseguir sus metas?

Un cálido saludo canario, desde el sur de Chile.

Juan Antonio

TORO SALVAJE dijo...

Desde luego que es un ejemplo. De superación y de paciencia.

Besos.

Fabiana dijo...

Cando: Como siempre, infaltable tu comentario justo.
Creo que el secreto está en haber tocado fondo. Sólo el que vive una situación así, es capaz de buscar la forma de salir. Al resto nos queda protestar por lo que la vida no nos regala.
Un besote.

Juan Antonio: Bienvenido. Con dinero tenemos una parte ya comprada. Quien no lo tiene, debe esforzarse por conseguir lo que desea, demostrando su capacidad. Siempre está a prueba.
Su comentario me acerca al sistema de becas para los estudiantes.
El que tiene dinero "hace" que estudia y se pasa años hasta recibirse.
El que no lo tiene, debe hacer milagros para demostrar que desea estudiar y si no le ganan consiguiendo la misma beca pero por izquierda, quizá se la otorguen.
Eso sí, si no es un genio, no hay ayuda.
Un abrazo.

Toro Salvaje: Bienvenido también.
Además de ejemplo de superación, lo veo como ejemplo de optimismo. La voluntad es fundamental.
Saludos.

nube. dijo...

muy buena su historia...ahora a la humanidad le hace falta un mamut, vivito y coleando!! genial.

saludos!

Claudia Sánchez dijo...

Fabiana, Qué buen post!
Creo que todos necesitamos conocer más historias como éstas.
Que además, alientan mi hipótesis: quien antes toca fondo, antes comienza a subir.
Saludos!

Fabiana dijo...

Nube: Bienvenido y gracias por comentar.

Claudia: Justamente creo que quien toca fondo puede salir de cualquier situación adversa.
Saludos.

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