RELATOS COTIDIANOS: 2009

31 diciembre 2009

Y POR FIN LLEGÓ EL DÍA...




No sé si soñaba, no sé si dormía,
y la voz de un ángel dijo que te diga:
celebra la vida...

Piensa libremente, ayuda a la gente,
y por lo que quieras lucha y sé paciente.
Lleva poca carga, a nada te aferres
porque en este mundo, nada es para siempre.

Búscate una estrella que sea tu guía,
no hieras a nadie, reparte alegría.

Celebra la vida, celebra la vida,
que nada se guarda, que todo te brinda.
Celebra la vida, celebra la vida,
segundo a segundo y todos los días.

Y si alguien te engaña al decir "Te Quiero",
pon más leña al fuego y empieza de nuevo.

No dejes que caigan tus sueños al suelo
que mientras más amas, más cerca está el cielo.

Grita contra el odio contra la mentira,
que la guerra es muerte  y la paz es vida.

Celebra la vida, celebra la vida,
que nada se guarda, que todo te brinda.
Celebra la vida, celebra la vida,
segundo a segundo...

Axel
Fuente: musica.com




Sí gente. Por fin llegó el día en que todo el mundo tira la casa por la ventana. Hoy todos tenemos el mismo objetivo: esperar hasta la medianoche, brindar y seguir la joda como si fuera la última vez.

No les voy a desear nuevamente felicidades. Ya se me terminó el repertorio para este diciembre que me ha dejado exhausta. Sólo quiero compartir este material e invitarlos a disfrutar de su letra.

Brindo con todos Ustedes. Celebren la vida con sus afectos y ...


¡¡¡QUE TENGAN UN HERMOSO 2010!!!

27 diciembre 2009

DIÁLOGO

Esposa: ¿A dónde vas?

Marido: Salgo un rato.

Esposa: ¿Te vas con el auto?

Marido: Sip.

Esposa: ¿Tenés nafta?

Marido: Sí, ya le puse.

Esposa: ¿Vas a tardar mucho?

Marido: No, una horita nomás.

Esposa: ¿A dónde vas?

Marido: No sé... por ahí... a dar una vuelta.

Esposa: ¿Y no preferís ir caminando?

Marido: No, voy con el auto.

Esposa: ¿Me traés un helado?

Marido: ¿De qué lo querés?

Esposa: De mango.

Marido: Listo, a la vuelta paso por la heladería y te traigo.

Esposa: ¿A la vuelta?

Marido: Y sí... si no se derrite.

Esposa: ¿Por qué no vas ahora, volvés y me lo dejás?

Marido: Mejor a la vuelta, va a ser mejor.

Esposa: Tá...

Marido: Cuando vuelvo tomamos el helado juntos...

Esposa: Pero no te gusta el mango.

Marido: Me compro otro.

Esposa: ¡Traé de vainilla!

Marido: Tampoco me gusta la vainilla.

Esposa: Traé de chocolate entonces, que nos gusta a los dos.

Marido: OK. Besos, vuelvo en un rato.

Esposa: Che...

Marido: ¿Qué?

Esposa: Mejor chocolate no... ¡Traé sambayón!

Marido: ¡No me gusta el sambayón!

Esposa: Entonces traeme mango a mi y vos lo que quieras.

Marido: Fue lo que dije al principio...

Esposa: ¿Estás siendo irónico?

Marido: Nop... me voy...

Esposa: ¡Dame un beso!

Marido: Bueno... (beso)

Esposa: ¿Vas con tu auto o con el mío?

Marido: Con el mío.

Esposa: Usa el mío, tiene CD. El tuyo no...

Marido: No voy a oír música, voy a despejarme un poco...

Esposa: ¿Necesitás despejarte?

Marido: No sé, cuando salga te digo.

Esposa: ¡No tardés!

Marido: No tardo... (abre la puerta)

Esposa: Amor...

Marido: ¿Y ahora qué...?

Esposa: ¡Epa! ¡Qué grosero! ¡Ahora andáte!

Marido: Amor... estoy intentando irme y no me dejás.

Esposa: ¿Por qué querés ir solo? ¿Te vas a encontrar con alguien?

Marido: ¿Que querés decir?

Esposa: Nada... dejá...

Marido: Vení acá (cariñoso)... ¿Creés que te estoy engañando con alguien?

Esposa: No... claro que no... pero vos viste cómo es...

Marido: ¿Cómo es qué?

Esposa: ¡Los hombres!

Marido: ¿Estás generalizando o estás hablando de mí?

Esposa: Estoy generalizando

Marido: Entonces no se aplica a mí. Sabés que no te haría algo así.

Esposa: Tá bien... andá entonces.

Marido: Me fui.

Esposa: Ché...

Marido: ¡Ay por Dios! ¡¿Qué?!

Esposa: ¡Llevate el celular, querés!!!

Marido: ¿Para qué? ¿Para que me estés llamando constantemente?

Esposa: No. Pero por si pasa algo.

Marido: No te preocupes...

Esposa: OK... Perdoname por la desconfianza. ¡Es que te extraño!

Marido: Está bien. No quise contestarte asi. Te amo.

Esposa: ¡Yo también!

Esposa: ¿Puedo usar tu celular?

Marido: ¿Para qué?

Esposa: ¡Los jueguitos!

Marido: ¿Querés mi celular para jugar?

Esposa: Sip.

Marido: Usá la computadora, hay un montón de juegos ahí.

Esposa: No entiendo ese aparato...

Marido: ¿Y para qué  hiciste que te la comprara el mes pasado?

Esposa: No importa... entonces llevate el celular porque si no, lo voy a usar.

Marido: Usálo... no hay nada importante en él.

Esposa: ¿Sí?

Marido: Sí.

Esposa: ¿Dónde está?

Marido: ¿Qué cosa?

Esposa: ¡Lo que debería estar en el celular y no está!

Marido: ¿Qué?

Esposa: ¡Nada! ¡Olvidáte!

Marido: ¿Estás nerviosa?

Esposa: No, no estoy.

Marido: ¡Entonces me fui!

Esposa: ¡Che!

Marido: ¿¿¡¡QuééééÉÉÉÉ!!??

Esposa: ¡No quiero más el helado!

Marido: ¿Ah no?

Esposa: ¡No!

Marido: ¡Entonces yo no voy a salir!

Esposa: ¿Ah, no?

Marido: ¡No!

Esposa: ¿Entonces te quedás conmigo?

Marido: No, me aburriste. ¡Me voy a dormir!

Esposa: ¿Estás nervioso?

Marido: ¡SÍ!

Esposa: ¿Y por qué mejor no te vas a dar una vuelta para despejarte?

24 diciembre 2009

¡FELIZ NAVIDAD!

NO HAY NADA QUE HACERLE. SE NOS VINO EL ALMANAQUE ENCIMA.
OTRA VEZ BRINDANDO. NUEVAMENTE FESTEJANDO Y DESEANDO
QUE EL PRÓXIMO AÑO SEA MEJOR.

ESE ES TAMBIÉN MI DESEO, PORQUE SIEMPRE SE PUEDA ESTAR MEJOR.

LOS QUIERO MUCHO.




¡FELICIDADES!

20 diciembre 2009

BALANCE INEVITABLE (bajo licencia de Creative Commons)

Yo misma me contradigo. Pero no es que esté en contra de los balances personales. Sólo me molesta que se utilice este mes como si el resultado de ese dichoso balance fuera nuestro currículum para presentar la noche del 31 de diciembre y así quedar tranquilos con nuestra conciencia.

A decir verdad, este año fue para mí muy provechoso. Hubo en mi vida algunos cambios significativos con resultados que hasta a mí me sorprendieron. Yo soy una Caja de Pandora.

Ustedes se enteraron de que este año comencé a trabajar. En un principio, lo hice sin muchas expectativas. Ya saben que a lo largo de mi vida de casada, lo único que manejé fue una cocina y un lavarropas. Bueno, en mi trabajo aprendí un montón de cosas y tuve que pagar "mi derecho de piso", como se dice vulgarmente. Pero hoy les puedo asegurar que me siento feliz. Y eso en esta época es mucho.
Que en la Argentina, alguien que a los 41 años encuentre trabajo sin buscarlo y encima se sienta feliz parece de ciencia ficción.

Otro paso importante en mi entorno fue el ingreso al secundario de "M", mi hijo. Etapa difícil, sobre todo por el cambio brusco entre la primaria y su actual escuela. Sin embargo él resultó otra caja de sorpresas (de tal palo, tal astilla).
No sólo se adaptó perfectamente, sino que le fue bárbaro. Ahora disfruta de sus merecidas vacaciones sin libros mediante (no como le pasaba a su madre hace ya muchos años).

Y no quiero dejar de mencionar mi querido blog. Hubo un momento en el año, que sentí que no tenía nada nuevo para publicar. Me costaba mucho elegir un post y no tenía tiempo para escribir (que es lo que más me gusta).
Pero por suerte comprobé que no hay que complicar tanto lo que es tan sencillo. Entendí que no  había que buscar "el tema" y hacer con él una redacción al mejor estilo escuela primaria.
Lo más acertado fue incorporar pequeños temas, pequeñas opiniones personales y encarar  historias cotidianas como si se tratara de un diario personal. Pero sobre todas las cosas, hubo muchas ganas de seguir comunicándome con ustedes.

Hay otras cositas que siguen y seguirán molestando. Será cuestión de ir "cerrando etapas" como dice Coelho. Por lo pronto, "Relatos Cotidianos" sigue en pie. Igual que yo.


16 diciembre 2009

FILÓSOFOS...

Recientemente leí que el amor es solamente una cuestión de química. Debe ser por eso que mi esposa me trata como desperdicio tóxico.
David Bissonette

Cuando un hombre te quita a tu mujer, no hay mejor venganza que dejar que se la quede.
Sacha Guitry

Después de casarse, marido y mujer se vuelven dos caras de una misma moneda; no pueden ni verse, pero aún así siguen juntos.
Hernant Joshi

Cásense sin dudarlo. Si les toca una buena esposa, serán felices. Si les toca una mala, se volverán filósofos.
Sócrates

La mujer nos inspira a grandes cosas, y nos impide lograrlas.
Dumas

La gran pregunta... que no he podido contestar... es:  "¿Qué es lo que quiere una mujer?"
Sigmund Freud

Tuve algunas palabras con mi mujer, y ella tuvo algunos párrafos conmigo.
Anónimo

Alguna gente pregunta cuál es el secreto de nuestro largo matrimonio. Nos hacemos tiempo para ir a un restaurant dos veces a la semana. A la luz de las velas, cena, música suave y baile.
Ella va los martes, yo los viernes.
Henny Youngman

No me preocupa el terrorismo. Estuve casado dos años.
Sam Kinison

Hay una forma de transferir fondos que es todavía más rápida que la banca electrónica. Se llama matrimonio.
James Holt McGavran

Tuve mala suerte con mis dos esposas. La primera me dejó. Y la segunda no.
Patrick Murray

Dos secretos para un matrimonio pleno:
1. Si estás equivocado, admitilo.
2. Si tenés razón, callate.
Nash

La forma más efectiva de acordarte del cumpleaños de tu esposa, es olvidártelo una vez...
Anónimo

¿Saben lo que hacía antes de casarme? Lo que quería.
Henny Youngman

Mi esposa y yo fuimos felices por veinte años. Entonces nos conocimos.
Rodney Dangerfield

Una buena esposa siempre perdona a su esposo cuando ella se equivocó.
Milton Berle

Un hombre puso un aviso clasificado: "Esposa se busca".
Al día siguiente recibió cien mensajes diciendo lo mismo: "Te doy la mía."
Anónimo

Primer Hombre: "Mi esposa es un ángel"
Segundo Hombre: "Tenés suerte, la mía todavía vive."
Anónimo



13 diciembre 2009

PEQUEÑA MORALEJA PARA ESTA ÉPOCA

Es diciembre, en una pequeña ciudad de la costa.  En plena temporada cae una lluvia torrencial durante varios días. La ciudad parece desierta.

Todos tienen deudas y viven a base de créditos. Por fortuna, llega un ruso forrado en plata y entra en un pequeño hotel acogedor. Pide una habitación.

El turista pone un billete de 100€ en la mesa del recepcionista y se va a ver las habitaciones.

El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero.

Éste toma el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos.

A su turno éste se da prisa a pagar lo que le debe al proveedor de alimentos para animales.

El proveedor de alimentos se guarda el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con la prostituta a la que hace tiempo que no paga. En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito.

La prostituta se lleva el billete y sale para el pequeño hotel donde había llevado a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado. Entrega el billete de 100€ al dueño del hotel, y liquida sus deudas.

En este momento baja el ruso, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, agarra el billete que había dado antes. Nadie ha ganado un Euro, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza!

MORALEJA: SI EL DINERO CIRCULA SE ACABA LA CRISIS

09 diciembre 2009

CERRANDO ETAPAS POR PAULO COELHO

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto.
Cerrando círculos, o cerrando puertas o cerrando capítulos.
Lo importante es poder cerrarlos y dejar ir momentos de la vida que se van terminando.

¿Terminó tu trabajo? ¿Se acabó tu relación? ¿Ya no vives más en esa casa? ¿Debes irte de viaje?...

Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en repetir el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual cosa.

El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y a seguir adelante.




 
No podemos estar en el presente añorando el pasado.  Ni siquiera preguntándonos porqué.  Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse.  No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas que ya no existen, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. 

¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!  

Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.  Dejar ir, soltar, desprenderse.  En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar.   Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.

El pasado ya pasó.  No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú.  Suelta el resentimiento.  El repetir "tu película personal" para darle y darle al asunto. Lo único que consigues es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás.  Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción.  ¿Noviazgos o amistades que no dejas ir? ¿Posibilidades de regresar?  ¿Necesidad de aclaraciones? ¿Palabras que no se dijeron? ¿Silencios que lo invadieron?  

Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos.  Dite a ti mismo que no, que no vuelven.  Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año.  Por lo tanto, no hay nada a qué volver.  Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo.  Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.  Por salud mental, por amor ti mismo, desprende lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable.  Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo.  Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste solo.  

Por lo tanto, es costumbre vivir contigo mismo, y es un trabajo personal aprender a vivir solo, sin la compañía humana o física que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque recuerda nada ni nadie nos es indispensable.  Sólo es costumbre, apego, necesidad.  Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras que significan salud mental y cualquiera que escojas te ayudará a seguir adelante con tranquilidad.

¡Esa es la vida!

Paulo Coelho-Escritor



06 diciembre 2009

CHISTES DE BRUTOS (CON TODO RESPETO)

-¡Cipriano, que te acaban de robar el coche en la plaza!
-¡Mierda! Y nadie hizo nada para impedirlo?
-¡Pues cómo que no...! Si hemos anotado la patente.


En Buenos Aires sólo hay dos personas que se dedican a la mudanza, Juan y su hermano.
Un día iba Juan con un armario muy grande sobre los hombros, y un vecino le dice:
-Che, Juan, ¿No te ayuda tu hermano?
-Mi hermano está adentro, sujetando las perchas...


Dos tipos se encuentran en un camino. Uno de ellos llevaba una bolsa al hombro.
-¿Qué tenés en la bolsa?
-Pollos (responde el primero)
-Si acierto cuántos llevás, ¿Puedo quedarme con uno?
-Si acertás, podés quedarte con los dos.
-Bueno, pues... ¡Cinco!


Juegos Olímpicos:
El Alcalde tiene que hacer un discurso:
-O... O... O... O...O...
-¡No, señor Alcalde, los aros olímpicos no se leen!


Llega un tipo a la morgue:
-Busco a un amigo mío que se ahogó ayer.
-¿Puede darme alguna seña particular de su amigo para identificarlo?
-Sí, era sordomudo.


Últimas noticias:
"Hombre suicida mata a su hermano gemelo por error".


Agenda de teléfonos:
-¿Por qué los brutos usan solamente la letra 'T' en sus agendas de teléfonos?
-Teléfono de Antonio, teléfono de Paco, teléfono de Manuel, teléfono de Pepe...


Zapatos nuevos:
Antonio fue el martes a la zapatería. Después de probarse unos cuantos pares, eligió unos italianos, muy elegantes. Al entregárselos, el empleado le advirtió:
-Señor, este tipo de zapato suele apretar bastante en los primeros cinco días.
-No hay problema (respondió). No los voy a usar hasta el próximo domingo.


Precaución:
Gonzalito pregunta a su padre:
-Papá, ¿Puedo salir a mirar el eclipse?
-Está bien hijo, pero no te acerques demasiado.


Una viejita, en la mitad de un servicio religioso, se inclina y le dice al oído al esposo:
-Me acabo de tirar un pedito silencioso... ¿Qué hago?
Y el marido le responde:
-Ahora nada, pero después cambiale las pilas al audífono.


02 diciembre 2009

MES BISAGRA (bajo licencia de Creative Commons)

Diciembre es un mes perdido.  A pesar de que tiene 31 días y de pretender solucionar todos los problemas pendientes que fuimos arrastrando a lo largo del año, se podría decir que 2009 ya terminó.

En este mes empezamos a correr tratando de no dejar ningún detalle perdido. Intentamos organizar cada uno de los típicos encuentros de fin de año con amigos, parientes y compañeros de trabajo como si el 31 fuera a explotar nuestro planeta.

Ya comenzamos a agendar obligaciones para enero porque como les dije, diciembre es un mes perdido. Todo se resuelve antes o después.

Ahora también comienzan las discusiones para ver dónde vamos a pasar las "benditas fiestas"; cómo vamos a repartir el tema de las comidas y de qué manera vamos a distribuir en el trabajo las tan esperadas vacaciones.

Pues bien amigos: diciembre me rompe bastante la paciencia. Me siento agotada y lo único que me interesa a esta altura del año es que pase todo rápido para empezar uno nuevo con todas las pilas.

Ya me veo corriendo a comprar los regalos para el arbolito sacando cuentas y haciendo milagros con las monedas para poder brindar el 31 y sobrevivir al día siguiente.

Ya lo dije muchas veces, odio esta época del año en la cual todos nos volvemos más buenos y tolerantes a modo de balance y agradecimiento por seguir estando vivos.
Últimamente priorizo lo cerebral a lo sentimental, de modo que los mocos quedarán para otra ocasión.

Y ustedes... ¿Cómo manejan el tema de este mes bisagra?

28 noviembre 2009

CHISTES DE JUDÍOS (CON TODO RESPETO)

Un padre judío, con la mejor de las intenciones, había enviado a su hijo al colegio más caro de la colectividad.
Pese a sus intentos, Samuel no daba pie con bola. Sus espantosas calificaciones se repetían mes a mes, hasta que el padre se cansó:
-Samuel, escuchame bien lo que te voy a decir. Si el próximo trimestre tus calificaciones no mejoran, te voy a mandar a estudiar a un colegio católico.
Al mes siguiente, las notas de Samuel fueron una tragedia sólo comparable con el hundimiento del Titanic, por lo que el padre llevó a cabo su promesa. Logró conectarse con un Obispo que inmediatamente le recomendó un excelente colegio franciscano.
Samuel fue mejorando sustancialmente sus notas y comportamiento al punto de quedar en el cuadro de honor.
-¿Samuel, qué te pasó que te ha ido fantásticamente? ¿Cómo ha sucedido este milagro?
-No se, papá. Me presentaron a todos los compañeros y profesores y luego fuimos a la Iglesia. Cuando entré vi a un hombre crucificado con clavos en las manos y los pies y con cara de haber sufrido mucho. Entonces pregunté:
-¿Quién es Él? Y un alumno de los cursos superiores me respondió:
-Él era un judío igual que vos...
Entonces pensé... ¡Carajo, acá hay que estudiar! ¡Acá no se jode!


Va Samuel, al Banco Israelita y se acerca al cajero.
-Buenos días Samuel. (Lo saluda el cajero atentamente).
-Buenos días. Vengo a sacar un crédito de 1 dólar.
-¿Un dólar ? Pero Samuel, le retiro esa cifra de cualquiera de sus cuentas o inversiones y solucionado el problema.
-No, yo quiero un dólar de crédito a pagar en un mes. Si no da crédito, Samuel retira inversión, retira dinero, retira joyas, retira todo.

-¡Pero no Samuel, no es para tanto! Si usted quiere el crédito se lo damos (y le acerca los papeles para que los firme).
-¿Cuánto es interés?
-3% mensual.
-Está bien, pero quiero dejar en garantía de pago mi BMW.
-No Samuel, no es necesario, con sus cuentas es más que suficiente.
-Si no deja mi BMW de garantía, retira inversión, retira dinero, retira joyas, retira todo.
-Esta bien Samuel, puede dejar su BMW en garantía en la bóveda del Banco hasta dentro de 30 días.
-¡Perfecto!
Vuelve Samuel a su casa y le dice a su esposa:
-Ruthie, Ruthie, ya podemos tener vacaciones tranquilos, conseguí estacionamiento por $1,03 el mes completo.



Un judío está agonizando y le dice jadeante a su único hijo:
-Isaac, como estoy próximo a morir, quiero que sepas que las siete casas, los tres edificios, los treinta taxis, la fábrica de telas, las dos fincas, las ocho tiendas, las joyas, los títulos, los valores, las esculturas...

-Sí, Papi.... ¿Me los dejás?
-Te los vendo baratos... Baratos...



Están dos judíos perdidos en medio del mar en un bote de remos. Llevan una semana sin probar bocado ni tomar agua, cuando de pronto ven una lancha de rescate de la Cruz Roja. Los judíos la ven y comienzan a remar desesperados, pero en sentido contrario. La lancha acelera pero los judíos reman cada vez más rápido.
Finalmente, la lancha termina por alcanzarlos y los médicos de la Cruz Roja les preguntan:

-¿Qué les pasa? ¿Por qué huyen?
-Ya colaboramos, ya colaboramos.


Dios les preguntó a los Romanos:
-Ustedes quieren un Mandamiento?
-¿Cuál sería el Mandamiento, Señor?
-¡No matarás!
-No, gracias. Eso interrumpiría nuestras continuas conquistas.
Entonces Dios les preguntó a los Egipcios:
-¿Ustedes quieren un Mandamiento?
-¿Cuál sería el Mandamiento, Señor?
-¡No cometerás adulterio!
-No, gracias. Eso arruinaría nuestros fines de semana.
Dios entonces les preguntó a los Sirios:
-¿Ustedes quieren un Mandamiento?
-¿Cuál sería el Mandamiento, Señor?
-¡No robarás!
-No, gracias. Eso arruinaría nuestra economía.
Y así Dios fue preguntando a todos los pueblos hasta llegar a los Judíos:


-¿Ustedes quieren un Mandamiento?

-¿Cuánto costaría?

-Es gratis.

-¡Entonces mándanos diez!






25 noviembre 2009

PREMIO CANDOROSO

Hace más de un año que la sigo post a post. La descubrí de casualidad (como me pasó con la mayoría de Ustedes) y no me despegué más. 
Sus entradas siempre se refieren a historias simples, pero tiene una característica muy particular:
su manera de relatar es única y en su blog se repira todo el candor que genera.
Como resultado, leerla día a día resulta maravilloso. 

Estoy hablando de La Candorosa quien, con motivo de festejar el 3º cumple de su blog,
anda homenajeando a sus lectores. Esta vez me tocó a mí y les transcribo lo que dijo:


Fabiana de “Relatos Cotidianos”: por presentarnos en cada post un relato delicioso, en el que despliega sus puntos de vista, su humor y una realidad tan afín para todos los que la visitamos. Por hacernos sentir cómodos en cada entrada, por su sensibilidad y porque es un premio contar con su visita; querida amiga ¡¡reciba este presente!!
Y claro que lo recibo mi querida Cando. Y con todo orgullo.


21 noviembre 2009

BENDITOS CELULARES (R) bajo licencia de Creative Commons

A lo largo de estos últimos 4 años utilicé buena parte de mi energía en mantener una postura coherente.

Él, desde sus 8 añitos, esporádicamente insistió con el mismo tema tratando de conseguir salirse con la suya ablandando mi corazón. Pero mi respuesta, fue siempre un rotundo NO.

Mi hijito siempre supo bien a quién recurrir en casa. Si bien soy de poner límites, en ocasiones me vuelvo algo permisiva (sobre todo cuando de comprar se trata). En cambio, mi marido parece de la época de las cavernas. Pero en este punto nos pusimos de acuerdo.

El consumo compulsivo de teléfonos celulares es, desde hace mucho tiempo por lo menos preocupante. Por esta razón, consideraba un despropósito que una criatura de 8 años fuera feliz por el sólo hecho de llevar consigo uno de estos aparatitos ya que siempre se movilizaba con el padre o conmigo.

Y aunque me costó creerlo, desde hace 3 años, en el colegio mi hijo era uno de los pocos chicos que se encontraba "incomunicado" por culpa de sus avaros progenitores. Pero honestamente, poco me importó.

Inclusive para conmigo, tuve algunos prejuicios. El día que decidí comprarme un teléfono para mí, sentí que había pasado a formar parte de esa legión de seres humanos idiotizados por el efecto hipnótico que producen estos artefactos modernos.

En la calle, en el colectivo, en el trabajo o la escuela, todos pero todos "jugamos" con él. Y comenzamos a entrar en las estadísticas que indican que solemos mandar estúpidos mensajes de texto, que realizamos llamadas absolutamente innecesarias, y que tenemos una ligera sensación de desencanto cuando nadie nos llama a lo largo del día. Pero peor que eso, cuando lo olvidamos en casa, nos desesperamos como si hubiéramos salido a la calle sin calzones.

El furor de los grandes, se contagió a los chicos. Los celulares funcionan de maravillas, pero es poco frecuente ver en la calle aparatitos de más de un año de uso.

Esa compulsión por renovarlos como si fueran un par de medias, produjo en los niños el horrible sentimiento de hacerles creer a sus pares que si no tienen uno "no existen" porque quedan afuera del círculo vicioso del consumismo. Ellos conocen hasta el último modelo del mercado como si fuera de su propiedad.

Lo difícil, a partir de ese pensamiento nocivo, fue equilibrar los tantos y pelear con mi conciencia.

¿Cómo hacerle entender a un chico que el mundo no empieza ni termina con esa porquería (ni con ninguna otra cosa material), si así ha quedado establecido desde hace mucho tiempo?

¿Cómo mantener una postura firme para con él, mostrándole cuáles son las cosas que no tienen demasiada importancia y a la vez intentando no dejarlo afuera de lo que la sociedad impone?

Difícil tarea nos toca desde nuestro lugar de padres hoy. Y el teléfono es sólo un ejemplo de "necesidades básicas insatisfechas" para los mocosos del siglo XXI. Cualquier chiquitín es capaz de elegir la marca de sus zapatillas, su consola de videojuegos y su PC (más personal que nunca).

Por un momento, me puse a pensar en el "NO" que los padres solemos emitir casi cotidianamente y trato de imaginar cuántas sensaciones diferentes circularán por esas cabecitas cuya única cultura adquirida es "QUIERO ESTO".

Cuánta sensación de fracaso pasará por allí, sin que nosotros siquiera lo notemos.

Lo cierto, es que hace algún tiempo, le propuse a mi hijo, darle un celu que tenía guardado en casa, con poco uso y muy buena señal, si su intención, era tener uno para hablar cuando le diera la gana. ¿Y a qué no saben qué me contestó?

-Yo no quiero uno como el tuyo. Quiero como los que usan en la escuela, con cámara de fotos y mp3.
-Ahá...

Me pregunté entonces cómo explicarle al "enano maldito" que mi Nokia 1100 andaba como los dioses, si lo primero que intentaba mirar en un teléfono, era el precio?

Él, concluyó diciéndome que los chicos lo utilizaban para sacarse fotos y mandarse mensajitos de texto durante los recreos.

¡Tamaña inutilidad, por Dios!

Pasaron un par de años de aquella propuesta mía. Yo sigo con mi Nokia 1100 a cuestas, pero el pequeñín de la familia está empezando a dar sus primeros pasos "solo" por la vida y me aterra desconocer el lugar donde se encuentra. No vive vagando por la calle, pero sale frecuentemente con sus amigos. Va y viene.

No hace falta que les aclare que la Argentina desde hace algunos años, se convirtió en un país un tanto inseguro.

Y aunque no soy adicta a la tecnología, hoy, el teléfono celular se asemeja bastante a un chupete para los adultos a cargo de hijos en edad de salir.

Tranquiliza saber que con una simple tecla, uno puede ubicarlos dondequiera que estén.

Y esta es la razón, por la cual y a pesar de mis reiteradas negativas y de despotricar contra una sociedad enferma por "tener", conjuntamente con mi marido, hemos decidido regalarle a nuestro amado angelito, el tan preciado teléfono celular.

Ahora, además de intentar comprender a toda una sociedad estupidizada por competir con el prójimo, estoy a punto de comenzar mi terapia con un reconocido analista. Primero será individual. Luego, familiar.

*Este post fue publicado en agosto de 2008


*Actualizado el 22 de noviembre de 2009
Para responder la duda de Gamar, les cuento que hoy nuestro hogar es un ejemplo de las estadísticas (no las del INDEC). Se dice que hay en nuestro país 40 millones de teléfonos celulares. Pues bien, en casa contamos con el teléfono de línea y un celu cada uno de los integrantes de nuestra familia...

18 noviembre 2009

EL ASADO

¿QUÉ ES UN ASADO? (Escrito por una mujer).


El asado es la única comida que el hombre cocina. Cuando el hombre se propone hacerlo, la cadena de acontecimientos es más o menos la siguiente:

1. La mujer, va al supermercado a comprar todo lo que es necesario.
2. La mujer prepara la ensalada, las papas con mayonesa y el postre.
3. La mujer, prepara la carne, la pone en una fuente con los utensilios necesarios; mientras que el hombre está sentado junto a la parrilla, tomándose un vino.
4. El hombre pone la carne en la parrilla.
5. La mujer vuelve adentro, a poner la mesa y a preparar la ensalada.
6. La mujer le dice al marido, que la carne se está quemando.
7. El hombre saca la carne de la parrilla.
8. La mujer pone los platos en la mesa.
9. Después de comer, la mujer trae el postre, levanta la mesa y luego lava los platos.
10. El hombre le pregunta a la mujer, si está contenta de no haber tenido que cocinar ese día, y percibiendo la cara de orto de la mujer, concluye, que no hay poronga que les venga bien.


DERECHO DE RÉPLICA (Escrito por un hombre).

1. Ningún hombre en su sano juicio, va a mandar a su mujer a comprar las cosas para el asado: ella no va a traer cerveza y traerá, alas de pollo y tres kilos de puchero que el carnicero le dijo que salía muy rico a la parrilla, ya que no consiguió enchufárselo a ninguna pelotuda.
2. ¿Ensalada, papas con mayonesa y postre? Ella prepara estas huevadas, para que coman las demás mujeres. Los hombres, comemos carne y nada más.
3. ¿Preparar la carne? A la carne sólo se le pone sal al momento de ponerla en la parrilla...
4. ¿Bandeja con utensilios? Eso es para maricones, el hombre macho se las arregla con un palito quemado, un chuchillo y las manos.
5. ¿Que sólo se pone la carne en la parrilla?... Y quién hizo el fuego, separó las brasas, las acomodó, dio vuelta la carne, disciplinó los chinchulines y pinchó los chorizos?
6. ¿Otra vez preparar la ensalada? Ya dijimos que esas pelotudeces, las comen las mujeres.
7. ¿Que la carne se está quemando? El hombre sólo deja pasar la carne, porque la mujer  vive quejándose de que "está muy jugosa", que "esto está muy crudo",o que "la deje en la parrilla dos minutos más", después de que les ofrecimos el mismo pedazo diez veces, y una hora después de que estaba a punto.
Es decir que ellas, acaban comiendo la carne en forma de carbón, tan tierna y suculenta, como una suela que lleva cinco años al sol del desierto del Sahara. Menos mal que somos los hombres, los que sacamos la carne de la parrilla, si fuera por ellas viviríamos comiendo pedazos de carbón.
8. ¿Platos? Sólo si son para ellas; el hombre come directamente de la tabla o en el pan.
9. ¿Postre?... ¿Lavar los platos?... Yo usé los dedos, y me los limpié en el pantalón!!!
10. Realmente, es al pedo, nunca van a entender lo que es un asado.



15 noviembre 2009

A MI HERMANA (R) bajo licencia de Creative Commons

Nacimos en la década del ´60. Ella al comienzo y yo casi al final. Pertenecemos a la misma generación, aunque somos como el día y la noche.
La diferencia de edad es ahora insignificante. Sin embargo, casi no tuvimos oportunidad de compartir modas ni disfrutar de las mismas cosas.

Cuando ella era ya adolescente y salía con sus amigos, yo todavía era una criatura que iba y venía con mamá y papá.

Ella era fanática de "Música en Libertad", al tiempo que yo me deleitaba viendo "Los tres chiflados".
Gracias a ella tarareé canciones de "Almendra" y "Sui Generis", aunque mi propia adolescencia la pasé escuchando a "Serú Girán".

Ella, desde que recuerdo, fue sumamente independiente y capaz de tomar decisiones aunque supiera a ciencia cierta, que cada paso que diera con total seguridad, traería problemas en casa.
Yo, una nena mimada incapaz de decidir siquiera los zapatos que me pondría para ir al colegio.

Ella siempre fue muy reservada con sus cosas. A mí, me llamaban "estómago resfriado". No podía guardar un secreto y era absolutamente transparente con mis sentimientos.

Fuimos creciendo y nos unió una coincidencia: la estatura. Ninguna de las dos pasó el metro cincuenta. Aunque ella era flaquita y con visibles curvas mientras yo era una pelotita que a los 14 comenzó una dieta estricta esperando "cambiar" su complejo metabolismo.

Ella fue una estudiante brillante, en cambio yo me encerraba en mi cuarto a escuchar música, "engañando" a mis viejos que inocentemente me creían trabajando para el colegio.

Ella adora la matemática. Yo prefiero el castellano.

A ella, siempre le gustaron los chicos. Yo, adoro los perros.

Nunca fuimos amigas. Los años que nos separan lo impidieron. Solamente cuando las dos nos convertimos en mujeres adultas, pudimos acercarnos un poco más.

Ella, me dio un sobrino cuando cumplí los 19. Y en total tiene tres hijos, hoy adultos.
Yo pude hacerla "tía" a sus 36, pero para ese entonces ella y su familia ya estaban instalados a unos miles de kilómetros de Buenos Aires.

Nuestra relación vía mail es frecuente. Pero muy distante de esa relación de hermanas que podríamos haber entablado cuando por fin comenzábamos a compartir experiencias comunes como la de haber formado paralelamente nuestras propias familias.

No pudo ser. Pero no me quejo. Sí lo lamento. Lo lamento por no haber tenido la posibilidad de ser compinches. Lo siento por no haber tenido tiempo de ser "cómplice" de ella. Me da pena no haber podido estar a su lado cuando necesitaba de su familia.


Ayer recibí un mail. Me contó que estuvo leyendo "Relatos Cotidianos" desde su comienzo hasta el último post. Me dijo también que pasó por distintas sensaciones. Sonrió, lloró, puteó y sintió nostalgia. Se sinceró diciéndome que ya no soy más "su hermanita" y que con un poco de envidia, notó que hay cosas que tengo mucho más claras que ella.

Es cierto, ya no soy su hermanita insegura. Ya no soy la hermanita que esperaba un signo de aprobación en los rostros adultos para dar un paso. Y no es que mi vida sea un camino de rosas. Aún me cuesta saber hacia dónde quiero ir. Pero tengo muy claro qué cosas no quiero hacer.

A pesar de todo, sigo siendo su hermana. Y ella sigue siendo la mía.
Y estamos ahí, presentes más allá de la distancia. Y estamos presentes aunque no nos veamos. Y estamos presentes aunque no nos comuniquemos por teléfono.

Eso es lo que importa. Estar. Sonreír o moquear cuando hablamos de la otra. Recordar quiénes fuimos para saber quiénes somos.

¡GRACIAS HERMANA!
Con eso me alcanza.

¡Y QUE TENGAS UN HERMOSO CUMPLEAÑOS GABY!

hermanos relatos+hermanos relatos+cortos

11 noviembre 2009

BLOG V.I.P.




Debo reconocer que si de mimos se trata,
Ivana va a la cabeza.
En este caso me pasó este premio que traduzco
tal cual ella lo recibió.




"Very Important Person -VIP-: Persona muy importante... Si lo trasladamos a los blogs, podemos decir tal vez... Esas personas que escriben datos importantes o son importantes en nuestra vida blogueril.
¿Has sentido eso de extrañar, cuando alguien de golpe deja de escribir?
Bien, yo también."

Así que la consigna es pasarles este Mimo a aquellos que extrañaríamos si dejaran de escribir en sus blogs.
Creo que es una lista bastante generosa, y refleja claramente el cariño que siento por Ustedes y sus blogs. Seguramente me olvidé de alguno, será para la próxima.
Aquí van, estos son:
 

A todos ustedes por entretenerme y aportar a mi vida mi pequeño
espacio de lectura diaria.
Y a Nahuelín, a quien conocí hace muy poquito y se despachó
con toda su simpatía y transparencia.

¡Que lo disfruten!


07 noviembre 2009

DEPORTES EN EL RECUERDO... (bajo licencia de Creative Commons)

 Más de una vez comenté de mi intención de acercar a mi hijo a una vida sana en la cual la actividad deportiva fuera preponderante.

Con el correr de los años he visto cómo fue tomando conciencia de que los deportes y los malos hábitos no recorren caminos paralelos. Y a mí me llena de orgullo aunque su amor incondicional por el fútbol  me obligue a convivir diariamente con todas sus versiones (las televisadas; las que convierte en juegos cotidianos dentro de casa con una pelota de tenis; las virtuales y lógicamente las reales).

Y  de las que ha convertido en  realidad voy  a explayarme hoy:

El próximo mes, "M", termina su recorrida por la categoría Infantiles de fútbol. Después de 8 años de haber descubierto su verdadera pasión, este año se despide de su participación cotidiana. Pero este mismo año comenzó a transitar esporádicamente un torneo de lo que él considera "el sueño de su vida": jugar en cancha de 11.

Así presentado el tema su semana se llenó de actividad física:

- Martes al mediodía: fútbol en la escuela.
- Martes por la tarde: entrenamiento para Infantiles.
- Jueves al mediodía: fútbol en la escuela.
- Jueves por la tarde: entrenamiento para Infantiles.
- Sábado por la tarde: torneo de Infantiles.
- Domingo por la mañana: torneo en cancha de 11.
- Domingo por la tarde: picadito con amigos en la canchita del barrio.

Yo vivo mareada con los días y horarios, pero él ha notado un pequeño bache los lunes, miércoles y viernes.
No se preocupen. Esos días entrena en casa con la pelota de tenis...

Pero como no le alcanza con lo que hace, el viernes fue invitado a jugar en la categoría Juveniles en reemplazo de otros chicos. ¿Qué creen que respondió?

Allí estuvo. Casi metió un gol y casi volvió quebrado jugando entre chicos más grandes aunque a él poco le importe.

Mi marido siente que su tarea está cumplida. Él también es amante de los deportes aunque en su último partido de pool haya sufrido una distensión de ligamentos de su rodilla. Y yo considero haber tocado el cielo con las manos. Aunque nunca me gustó agotarme haciendo alguna actividad física y me enrede los pies intentando caminar...


03 noviembre 2009

MUNDO BLOGUERO (R) (bajo licencia de Creative Commons)

En algún momento iba a tener que confesarlo...

Hace poco más de 4 meses, tuve la osadía de crear "Relatos cotidianos" sin saber qué cuernos era un blog. Todo, pero absolutamente todo lo que Ustedes vean acá, está hecho con sangre, sudor y lágrimas. Tuve que aprender un nuevo vocabulario para poder andar por este camino. Cada día descubro algo nuevo y cada descubrimiento me llena de felicidad como si fuera una criatura.
Yo fui una de las tantas prejuiciosas que consideraba que los blogs eran una basura y que la gente que se mueve en la red era poco confiable. Sin embargo, poco a poco fui formando parte de aquello que tanto critiqué. Y me encontré con un mundo fantástico, rico en todos los aspectos y mucho más interesante que lo que mucha gente cree.

Podría compararlo con la "magia" de la radio. Uno puede imaginar sin estar viendo al otro. Detrás de la PC somos todos exactamente iguales.
Me cruzo con gente hermosa, respetuosa y sincera que no hace otra cosa que tirar buena onda y desearme suerte. Y lo agradezco constantemente.
Este mundo bloguero al que hoy pertenezco es muy generoso; por la calidez humana y por la hermandad sin fronteras; pero también por la calidad de los blogs.
Estoy fascinada con el humor ácido que tanto me gusta, aunque disfruto del pensamiento crítico porque es un sinónimo de libertad.
He leído algunos que coinciden con mi forma de pensar y otros que no tanto. Pero si están hechos con respeto son igualmente bienvenidos a mi vida.
Hace poco, un señor mediático tuvo la brillante idea de expresar que hoy cualquier boludo tiene un blog. Y quizás tenga razón. Es posible que todos los que escribimos y nos comunicamos por este medio seamos un poco boludos. Pero... ¿Saben qué? Este medio, nos abrió puertas que otros medios masivos de comunicación reservan para gente menos boluda que dice cosas inteligentes como él.


Tengo que confesarles algo más. Mi querido blog nació como consecuencia de un intento fallido. En 2007, escribí un libro seguramente insignificante para algunos, pero para mí "mi libro". Creo que jamás escribí algo con tanto amor. Se trata de mi maternidad (contada con humor como es mi costumbre). Pero no de aquella maternidad perfecta que nos cuentan las novelas, sino la real. La de la felicidad pero también la de la tristeza por perder espacios propios. La de mi visión objetiva y hasta cómica por ser madre de un solo hijo y por ser tan obsesiva. Es pasatista, es verdad. Pero a mí me encantó. Y a una veintena que lo leyó, también.
No tuve suerte con las editoriales. Les reitero que los medios de comunicación están abiertos a gente medianamente inteligente. No es mi caso.

Ni loca iba a resignarme. Me gusta escribir. Me gusta compartir información y me gusta tener mi lugar. Por eso, sigo invitándolos a compartirlo conmigo cada vez que quieran.
Somos muchos. Por suerte.

Junio de 2008


31 octubre 2009

PERFUME FRANCÉS

Al visitar el suntuoso Palacio de Versalles, París, se puede descubrir que no tiene baños.

En la Edad Media, no existían, así como tampoco los cepillos de dientes, perfumes ni desodorantes. Las heces y orinas humanas eran tiradas por la ventana del palacio.
En un día de fiesta, la cocina del palacio era capaz de preparar un banquete para 1500 personas sin la más mínima higiene. En las películas que reviven esa época se ve a la gente siendo abanicada.
La explicación no está en el calor, sino en el mal olor que exhalaban las personas por debajo de los vestidos (eran hechos a propósito para contener los olores porque no se lavaban).
No había costumbre de bañarse por la falta de agua corriente.
Así el mal olor era disipado por el abanico.
Pero sólo los nobles tenían lacayos que hacían esta labor. Además de disipar el aire viciado, también espantaban los insectos que se acumulaban a su alrededor.

Al ver el palacio de Versalles, uno queda maravillado con sus jardines, enormes y hermosos, pero hay que tener en cuenta que en la época a la que se hace referencia eran más usados que contemplados (se usaban como retretes en las fiestas promovidas por la realeza, ya que no tenían baños).

27 octubre 2009

MUJERES FEMINISTAS (R) (bajo licencia de Creative Commons)

No tengo dudas de que en las últimas décadas del siglo XX, se modificaron las conductas de las mujeres en el mundo occidental.

¿Quién no recuerda la imagen de alguna abuela rodeada de hijos? La mujer nacía para eso, casarse y ser madre.
Salvo algunas revolucionarias que tuvieron la osadía de estudiar y se convirtieron en excelentes profesionales, la mujer tuvo siempre un destino preestablecido por la sociedad. A ninguna se le hubiera ocurrido reclamar por sus derechos. ¿Qué derechos?

Aún así dadas las cosas, ellas eran felices. Se casaban muy jóvenes y traían al mundo un batallón de críos. No había planificación familiar por aquellos tiempos, pero igual todos eran bien recibidos.
Imaginen que no había televisores (rareza impensada para esta época). Pero...¿Qué otras cosas no había entonces?

Por empezar, pañales descartables, pero tampoco tenían heladera, lavarropas, microondas, aspiradoras ni las modernas procesadoras. No existían los grandes supermercados ni los delivery. De modo tal que la señora de la casa recorría diariamente el barrio en busca de los alimentos necesarios para su subsistencia y la de su familia.

También era común que ellas supieran coser, tejer y hasta bordar. De modo que no era nada extraño ver a todos los niños uniformados con prendas hechas en casa.

Si hoy tuviéramos que vivir bajo semejantes condiciones, no nos alcanzaría un día de 48 horas para cumplir con nuestras obligaciones.
De vivir así, no habría manifestaciones por los derechos de la mujer, pues no tendríamos tiempo de asistir a ellas.

La mujer, en los últimos 50 años, intentó reivindicar la igualdad respecto del hombre. Y tanta lucha comenzó a dar sus frutos.
Así, cada vez fue más sencillo conseguir trabajo casi a la par del hombre, aunque con sueldos inferiores. Pero no importó. Todo fuera por nuestros derechos.

Cualquier mujer aprendió a cambiar lamparitas, cueritos y a arreglar enchufes con la mera finalidad de equipararnos con el sexo fuerte. Pero no importó. Todo fuera por nuestros derechos.

Las más crédulas creyeron haber conseguido lo que tanto buscaban. Pero todavía faltaba un paso: la igualdad en las obligaciones domésticas.
Tanta insistencia en los reclamos, también dio sus frutos. Pero en este caso, a medias.

Hoy, los hombres son capaces de cambiar pañales y de ir de paseo por un supermercado. Pero no conozco hombre alguno que coopere. Porque cooperar significa trabajar en conjunto. Y lo que vemos habitualmente es a una señora feminista que sale corriendo de su trabajo cuando la han llamado de la escuela porque su hijo se sentía mal. A una señora feminista que lleva al chico al pediatra porque el padre del nene tiene una reunión de trabajo y no llega. A una señora feminista que llega a su casa luego de una ardua jornada laboral, se saca los zapatos y en medio del caos de su hogar se pregunta ¿Por dónde empiezo?

La misma señora feminista, seguramente saldrá corriendo a comprar algo rápido para la cena y quizás, si no hay ningún programa de televisión que se lo impida, su compañero inseparable se ofrecerá a lavar los platos para que ella pueda ayudar a sus hijos con las tareas escolares.

Humildemente, creo que el hombre se ha hecho a un lado para darle a la mujer el espacio que tanto reclamó. Es más, le ha cedido a la mujer su propio espacio con moño y todo.

Ya casi no hay hombres que se ofrezcan a pagar una cena o que nos corran una silla. ¿Para qué? Si somos iguales...
Tan iguales somos, que las mujeres en los últimos años, nos hemos puesto a la par con respecto a ellos. Ahora vivimos estresadas, somos hipertensas y padecemos enfermedades cardiovasculares casi como los hombres.

Ahora sí podemos expresar con orgullo que somos feministas...

24 octubre 2009

REMATO TÍTULO SECUNDARIO (total no vale un mango) (bajo licencia de Creative Commons)

Sí, ya se. Ni me lo recuerden. Ya se que no debería meterme en estos delicados temas pero Ustedes me conocen. Ya saben de mi caracter de mierda, de mi condición de "impulsiva irremediable" y de mi fuerte temperamento.
Y no pude evitar escribir sobre ESTO. Le di vueltas al asunto durante una semana y finalmente me senté, abrí el editor de entradas y acá me tienen. Echando humo.

Cuando leí el título del artículo me emocioné. Suponía que al fin habían reparado en la enorme brecha que existe entre la Escuela actual y las necesidades reales de una escuela que se ajuste a las circunstancias. Pues bien, me equivoqué. Y por mucho.

El artículo comenzaba hablando de las claves del proyecto que comenzaría a regir a partir del ciclo lectivo 2010 y decía:


                   *Docentes: Profundizar y jerarquizar la carrera. Y tender a concentrar sus horas de       trabajo en una escuela.

                 
                  *Formación relevante: La meta es una secundaria a la que los alumnos deseen asistir "por el valor de lo que ocurre para su presente y su futuro". Los ministros acordaron "apostar el conocimiento tanto desde las prácticas docentes como desde una nueva vinculación de los jóvenes con el aprendizaje".

           *Escolarización: Diseñar estrategias de aceleración y formatos específicos para alumnos con sobreedad, trabajadores y madres.


¡Genial! Pensé... Y seguí leyendo:


                *Fin de las expulsiones: Se proponen códigos de convivencia de tipo "restaurativo": que se reconozca el error y se lo repare.
         *Eliminar los ingresos: Para que el nivel sea irrestricto.
             
              *Evaluación: Promover un sistema que acompañe el aprendizaje. Podrían dejar de ser cuatrimestrales y finales para ser por tramos de aprendizaje.

       *Planes de estudio: Para el Ministerio se necesita un currículo con múltiples alfabetizaciones (lingüística, científica, tecnológica) para la comprensión del mundo actual. Habrá orientaciones en Ciencias Sociales, Naturales, Economía, Lenguas, Arte, Agrario, Turismo, Comunicación, Informática y Educación Física.

            *Ausentismo: Las autoridades quieren seguir más de cerca el ausentismo: se armaría una red intersectorial con áreas de Salud, Desarrollo Social y Trabajo.
      *Tutorías: Para acompañar los aprendizajes de los alumnos que lo necesiten.
 

Bla bla bla bla bla bla bla.
 
Necesitamos hacérselas más fácil todavía a los chicos de secundaria para que ocupen un banco durante 5 años (con suerte) sin abandonar los estudios...
¿Por qué mejor no los dejamos que se queden en casa y  a fin de año les mandamos por correo los papeles para renovar las vacantes por Internet así se ahorran la molestia de hacerlo personalmente?
 
De darle curso a esta locura podría aportar mi granito de arena proponiendo que a esta variante educativa de excelencia se la denomine "aguantadero de nivel medio".



20 octubre 2009

RELATO MATRIMONIAL (R) (bajo licencia de Creative Commons)

En algún rincón de "Relatos cotidianos" han quedado guardados los chistecitos referidos al matrimonio. Seguramente, con el tiempo iré por más. Pero hoy me voy a dedicar a enumerar algunas de las delicias cotidianas que protagonizamos quienes convivimos con nuestra pareja.

Es posible que durante los primeros años de matrimonio, la cosa se maneje con mucho "amor y paciencia". Ésto, le dará lugar a la etapa del "cariño y la tolerancia". Y por último, viene la que transito yo: "no te aguanto más pero estamos conviviendo todavía; tratá de no hacerme la vida imposible; no me asfixies; ¿por qué no te vas a dar una vuelta manzana?

Lo único que nos queda para esta época es el respeto mutuo. A esta altura de la vida, se podría decir que lo nuestro es una simbiosis, cada uno cumple una función en beneficio propio, pero también del otro.

Quien diga que después de tantos años, no murmuró alguna de las frases anteriores, seguramente está mintiendo.
A veces me pregunto cómo será envejecer para una mujer soltera. Después de tantas crisis de por medio, cada vez me parezco más a mi madre. Yo no uso ruleros ni me hago limpiezas de cutis con rodajas de pepino, pero vivir bajo el mismo techo, terminó con cualquier intento de conquista posible. Yo entiendo que no resulta excitante una mujer con calzas y un plumero en la mano. Tampoco ratonea ver a una señora que se acuesta a dormir con las medias puestas para calentarse los pies. Pero la vida conyugal es así. A mí tampoco me ratonea observar a mi marido "reventarse" un grano frente al botiquín del baño. Y mucho menos me agrada cuando estoy apurada por entrar...


A él no le gusta cómo aprieto el pomo del dentífrico. Pero yo odio que deje la tabla del inodoro mojada. Y todavía se atreve a decirme que en casa hay dos hombres y una mujer, de modo que es más conveniente dejar la tabla levantada y que yo la baje cuando me haga falta. ¡Qué coraje! Hace 15 años que discutimos por las mismas pavadas.

Él no se banca que yo esté tanto tiempo en la PC. Pero yo no tolero que deje la ropa que usó durante toda la semana apilada en el piso. Él me odia cuando estoy de mal humor por las mañanas. Y yo ya no soporto que intente tocar la guitarra. Él no tolera que le diga que no me pasa nada, cuando me ve con cara de culo durante tres días. Y yo lloro cuando suena el despertador a las 6:30 y lo veo durmiendo como una marmota.

Y la lista sigue y sigue, pero sería interminable para contar.

Yo se que en el fondo, nos queremos...MATAR.


Lo que van a leer a continuación, es cómo intenta colaborar el hombre de la casa, aunque siempre le salga mal. Seguramente, estas vivencias son comunes a la mayoría de los matrimonios. Para serles sincera, cuando les pasa a los demás, me río. Pero cuando me suceden a mí, lloro.


1)UNIÓN FAMILIAR: Si hay algo que disfruto en la vida, son los domingos por la mañana. Sin apuros, sin obligaciones y SIN VISITAS, este día es solamente para descansar... A veces.

-Gorda...¿Le decimos a mamá que le avise a la tía Pepa que la invitamos hoy a comer? Y de paso que venga mi primo con la mujer y los chicos. ¡Hace tanto tiempo que no nos vemos!
-¿Pero justo hoy? Yo quería quedarme en casa tranquila. No. Dejalo para otro día. Después queda todo hecho un chiquero.

-Dale, yo te ayudo.

-Está bien. Compramos unas pizzas y listo.

-No, dejame cocinar algo. No vienen nunca. No vamos a poner solamente unas pizzas en la mesa...

CONCLUSIÓN: Él me ayudó (es cierto), cocinando, porque es lo que le gusta hacer. Yo limpié. Todos comieron. Yo limpié. Todos se fueron (con mi marido que los llevó en el auto). Yo seguí limpiando.


2)NO ME TOQUEN EL LAVARROPAS: Creo que en esta época las mujeres podemos prescindir de nuestros maridos. Pero del lavarropas jamás.
El problema surge, cuando el hombre de la casa pretende poner una mano sobre el tan preciado artefacto.

-¡Gordo! El lavarropas está perdiendo agua. ¿Llamamos al técnico?

-¿Estás loca? Con lo que cobra...Dejame que veo si lo puedo arreglar.

-¿Y, qué era?

-Creo que ya está. El burlete estaba roto. Con $100 tenés un lavarropas nuevo.

Rato más tarde...

-¡Gordo...El lavarropas sigue perdiendo. No era el burlete. Fijate!

-¡Qué cagada! No sé qué podrá ser. No lo uses por las dudas, a ver si todavía se quema el motor.

-¿Entonces llamo al técnico?

-No hay un mango. Esperá hasta que cobre.

CONCLUSIÓN: Gastamos $100 al pedo. Hace 10 días que cargo 10 kilos de ropa en una bolsa pedorra para llevar al lavadero automático y estoy con las cuentas en rojo. Los pantalones de mi hijo, ahora sirven para el verano, porque se transformaron en pescadores. Y todavía tengo que llamar al técnico...


3)DE LA CHATARRA CON CUATRO RUEDAS: Tuve suerte. Mi marido no es de esos tipos locos por el auto. Nada que ver. Más bien, les diría que le importa tres pitos si anda. El problema asoma cuando uno está apurado...

-Gordo...Me voy al médico.

-Esperame que te llevo con el auto.

-Bueno, dale porque no quiero llegar tarde.

-Uyyy, no arranca.

-Bueno, me tomo el colectivo.

-No, esperá. Esto tiene que arrancar. Voy a ver qué es. Ayudame a empujarlo un poquito.

Después de un rato...

-No hay caso. Tomate el colectivo nomás...

CONCLUSIÓN: Demasiado tarde para el colectivo. A esa hora, ni en helicóptero llegaba al médico. Además, mi atuendo impecable, parecía el mameluco del mecánico de la esquina. Pero no importa. Pedí otro turno. Total, en la obra social las demoras son de sólo 3 meses...


4)MALDITOS APARATOS: Cuando los maridos quieren ayudar, generalmente empiezan los problemas. Hace unos días, casi quemo la aspiradora. Parece que había colocado mal la bolsa en su interior y el polvillo tapó el filtro, recalentándose así ese artefacto maldito. Moderno como pocos, pero semejante a un rompecabezas de 5000 piezas, procedí a desarmarlo con el manual de instrucciones en mis manos. Giré el aparato para sacudirlo y quitarle la mugre asquerosamente acumulada en los rincones y lavé uno por uno todos los repuestos extraíbles.
Cuando mi marido llegó, casi me mata.
-¿Cómo recalentada? ¿No te diste cuenta de la bolsa?
-¡No!

-A ver, dejame...

Si hay algo que me revienta, es que hagan las mismas cosas que yo hice cinco minutos antes. Como si mi esfuerzo no sirviera y mi incipiente conjuntivitis (por el polvillo inmundo) no alcanzaran, el solucionador de problemas humano, procedió a registrar el interior de la aspiradora.

-Traeme el secador de pelo. (Me dijo) Le doy un poquito de aire para sacar lo que queda de tierra.

Y lo dejé allí, "trabajando", esperanzada de que esa cosa volviera a funcionar algún día. Pero de pronto escuché una especie de explosión que me llevó nuevamente al lavadero. Vi a mi marido con la cara pálida, mirándome horrorizado. Y en voz baja me preguntó:

-¿Más o menos, cuánto cuesta un secador?

CONCLUSIÓN: Estoy contentísima con los resultados. Ahora, cuando quiero secarme el cabello, agarro la aspiradora, la doy vuelta, y con el vientito que sale de la parte posterior, en una patada estoy peinada.


Para mí, el matrimonio siempre fue sagrado. Me casé suponiendo que sería para toda la vida y espero que así sea. Creo en la familia y apuesto todos los días a ella. Y me imagino viejita, al lado de la persona que elegí para compartir este camino. Yo no tengo el culo de Jésica Cirio. Pero, vamos que mi marido tampoco es Brad Pitt. Y para ratificar mi buena voluntad de mantener la pasión, aunque sea descalza y con las medias puestas, aquí va

5)EL BROCHE DE ORO: Hace un tiempito, le planteé a mi marido que para ser felices, además de mucho cariño y mucha tolerancia, teníamos que volver a ser demostrativos. Una caricia afectuosa, un beso en la frente o una palabra de aliento, son buenos remedios caseros para seguir adelante cada día. Pero en el camino, cometí un error imperdonable al indagar demasiado:
-Gordo...¿Me querés?
-¿?
-¿No me vas a contestar?
-¿Qué querés que te conteste?
-Lo que te pregunté.
-¿?
-¿No me vas a contestar?
-Y, si me preguntás boludeces...


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