RELATOS COTIDIANOS: enero 2009

30 enero 2009

CAPÍTULO 4 PASIÓN DE MULTITUDES (bajo licencia de Creative Commons)

Con el correr de los años, descubrí que el fútbol provoca un efecto hipnótico sobre el espectador. Quizás, para las mujeres, sea un buen momento para hacer uso de la tarjeta de crédito o pedir efectivo a sus maridos, sin que ellos siquiera lo recuerden. Pero mi realidad, es un tanto más incómoda. Porque el hipnotizado no es mi marido, sino mi hijo.

Si bien a mi marido siempre le gustó el fútbol, nunca demostró un fanatismo desmedido por el juego. Sin embargo, durante los primeros años de vida de «M», le inquietaba sobremanera que su hijo varón no se entusiasmara al ver una pelota.

El deporte de «M», había sido elegido por mí.
Cuando cumplió 4 añitos, me enamoró la idea de llevarlo a un natatorio. Me parecía fantástico que aprendiera a nadar y me encantaba que hiciera lo que yo nunca quise: agitarme realizando cualquier actividad física. Y así lo hizo con muchas ganas durante tres años. Pero cuando terminó primer grado, durante las vacaciones de verano, cada vez que regresaba de la colonia, yo percibía un singular interés por aquel deporte al que siempre le había dado la espalda.
Con el tiempo, supimos que el dueño del club, jugaba el papel de profesor de fútbol y que él mismo, dirigía una escuelita en pleno corazón de nuestro barrio.

Al comenzar «M» segundo grado, volví a inscribirlo en sus clases de natación, pero grande fue mi sorpresa cuando el pequeñín de la familia, decidió abandonar dichas clases, argumentando que se cansaba mucho. Días después, me cerró su decisión; su deseo era inscribirse en la escuelita de fútbol 5.
Sabíamos que era conveniente respetar su sensatez, de modo que aceptamos la propuesta. Las clases se desarrollaban dos veces por semana, en horas de la tarde.

Rápidamente se relacionó con otros niños y se lo veía feliz disfrutando de las jornadas de entrenamiento.
Sin dudas, el club, había pasado a formar parte de sus cosas más preciadas. Pero el primer traspié llegó, cuando nos llamó el profesor para pedirnos que anotáramos a «M» en la federación de fútbol para la cual competían, así podría ser parte de los torneos pertinentes.

Nos comentaron que los partidos se efectuaban entre clubes de distintos barrios y que si bien nuestro hijo era de la categoría ´96, jugaría para la categoría ´95, que era la más pequeña en participar.
Mi chiquito recién había comenzado las clases de jornada completa, ya estaba entrenando dos veces por semana y, si accedíamos, íbamos a comprometernos a llevarlo a jugar todos los sábados del año…

Yo supuse que nos tomaríamos un tiempo para analizar la situación, pero mi marido aceptó inmediatamente.
Bueno –pensé- Torneos interbarriales los sábados…No es tan grave…
Hasta que consultamos el fixture.
Los partidos locales, se jugaban en nuestro club, situado en el centro del barrio de Caballito. Y los visitantes, se alternaban entre otros clubes de Capital Federal y algunos que…bueno: Gregorio de Laferrere, San Martín o Ingeniero Budge, entre otros.

Interbarriales…Sí, claro. A lo largo de la República Argentina.





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27 enero 2009

CHISTECITOS SALUDABLES

DE MÉDICOS

-Doctor... ¿Qué puedo hacer para que durante las vacaciones mi mujer no quede embarazada?
-Llevársela con usted.


-De acuerdo a los estudios realizados, le quedan 7 días de vida.
-Doctor... ¿Qué puedo hacer?
-Vaya a vivir con su suegra y le resultará una eternidad …
-Doctor... ¿Qué tengo?
-No lo sé, pero cualquier duda la aclararemos en la autopsia.


En una ciudad yanki muere un eminente cardiólogo y sus amigos y familiares deciden hacerle un grandioso y pomposo funeral. En medio de la iglesia y detrás del ataúd se encontraba un gigantesco corazón todo cubierto de flores.
Terminado el servicio fúnebre, el corazón se abre en dos y el ataúd, al son de una hermosa música, se desliza suavemente dentro del corazón. Una vez adentro, las dos puertas se cierran y el ataúd desaparece de la vista de los presentes, encerrado para toda la eternidad en el hermoso corazón.
En ese momento se oye la risa de uno de los amigos del difunto. Todo el mundo se da vuelta para mirarlo y el señor se disculpa diciendo:
-Lo siento, disculpen... estaba pensando en mi propio funeral, yo soy ginecólogo.

-Doctor, tengo tendencias suicidas... ¿Qué hago?
-Págueme por anticipado, por favor.


DE LOCOS


Roberto y Alicia son ambos pacientes en un hospital mental. Un día mientras caminaban cerca de la piscina del hospital, Roberto inesperadamente saltó a la piscina y cayó hasta el fondo, donde permaneció sin moverse. Alicia rápidamente entró para salvarlo, nadó hasta el fondo y lo sacó.
Cuando el director del hospital se enteró del acto heroico de Alicia, ordenó que se le diera de alta del hospital, pues consideraba que ella ahora estaba mentalmente estable.
El director le dijo a Alicia:
-Tengo dos noticias para vos... una buena y una mala.
La buena es que ya te dimos de alta, al meterte a la piscina y haber salvado la vida de otro paciente has demostrado que sos capaz de responder razonablemente ante una crisis, por esto llegué a la conclusión de que ya estás mentalmente sana y podés abandonar el hospital.
La mala noticia es que, Roberto, el paciente a quien le salvaste la vida, se colgó por el cuello en el baño con el cinturón de su bata momentos después de que le salvaste la vida.
Alicia, lo siento mucho, Roberto está muerto
Alicia muy sorprendida le contesta al director:
-No se colgó él, lo colgué yo para que se secara.


Durante una visita a un Instituto Psiquiátrico, uno de los visitantes le preguntó al Director, qué criterio se usaba para definir si un paciente debería o no ser internado.

-Bueno, -dijo el Director-, hacemos la prueba siguiente: Llenamos completamente una bañera, luego al paciente le ofrecemos una cucharita, una taza, y un balde y luego le pedimos que vacíe la bañera. En función de cómo vacíe la bañera, sabemos si hay que internarlo o no.

-Ah, entiendo -dijo la visita-. Una persona normal usaría el balde porque es más grande que la cucharita y la taza.

-No -dijo el Director-, una persona normal sacaría el tapón. ¿Usted qué prefiere, una habitación con o sin visitas?

24 enero 2009

CAPÍTULO 3 SOCIABILIZAR A LA BESTIA (bajo licencia de Creative Commons)

Ya en vísperas de cumplir mi hijo los 2 añitos, decidí que era el momento adecuado para dejar de ser mamá full time e inscribirlo en una guardería.
En realidad, para ese entonces estaba agotada de mi profesión de «madre». Esta situación, sólo podrán comprenderla aquellas mujeres que luego de la maternidad decidieron dedicarse sólo a su casa.


Había comenzado a resultarme agotador hasta escaparme para ir al baño. No existía lugar donde pudiera sentarme cinco miserables minutos para compartir solamente conmigo. Tenía que esperar la hora de la siesta para darme una ducha rápida sin tener el corazón en la boca por no saber de dónde se habría colgado «M», y no había manera de ver un programa de televisión completo sin ser interrumpida ciento cincuenta veces.
A esa altura, ya me consideraba una autómata programada de la mañana a la noche. El bebé se aburría fácilmente y me reclamaba a toda hora que jugara con él.


Cuando le planteé mi ocurrencia al padre, casi me mata. Su NO fue terminante. Según él, no había necesidad de sacrificar a una criatura tan chiquita si no era indispensable. Y no lo era. Yo no trabajaba.
Por un momento, supuse que había entendido mal mi propuesta. Yo no pretendía abandonarlo en un internado. Sólo quería que fuera a un jardincito durante tres horitas de morondanga…


En realidad, más allá de una necesidad personal, tenía la certeza de que era el momento de comenzar a sociabilizarlo. Sin hermanos, ni primos cerca, era cierto que se aburría horrores con una rutina que ya lo tenía saturado.
Pero no hubo caso. A duras penas, acordamos con mi marido, inscribirlo al año siguiente en la salita de tres.


No fue muy dificultoso conseguir colegio. Teníamos muy buenas referencias de una escuela municipal ubicada a una cuadra de nuestro domicilio. De manera que si accedíamos a un golpe de suerte, contaríamos con el lugar adecuado para «M».
La inscripción fue increíblemente compleja. Al ser una escuela con muy buena reputación, la cantidad de vacantes disponibles, era demasiado pequeña para las necesidades de los interesados. Motivo por el cual, un marcado porcentaje falseaba los domicilios para obtener mayores posibilidades de ingreso.
Así, durante un tiempo, no tuvimos garantizada la vacante para nuestro hijo. Pero a partir del momento que nos la confirmaron, fui contando los días, igual que los presos, que me faltaban para tocar el cielo con las manos.

Comencé entonces, a planificar qué cosas haría durante esas horitas que me quedarían libres para organizarme debidamente y administrar el tiempo de manera correcta.


Y el gran día llegó.
Yo sabía que cuando los niños comienzan el jardín de infantes, es necesario superar la etapa de adaptación. Es decir, compartir con los papás, el lugar donde deberán luego estar sin ellos para empezar a considerarlo su propio espacio social. Y para eso, ya estaba preparada…
Lo que no imaginé, es que mi propio hijo me haría la vida imposible durante cinco semanas. Sí. Cinco semanas que pasé dentro del establecimiento educativo sin moverme, pues cada vez que el monstruo me perdía de vista, lloraba desconsoladamente.






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21 enero 2009

BENDITAS VACACIONES (bajo licencia de Creative Commons)

Estamos en pleno enero. Los chicos permanecen en casa. La ciudad está vacía y el sol agobia asquerosamente. La gente en la calle busca refugio fresco, y carga con sus botellitas de agua para evitar deshidratarse.

El trabajo agota, las jornadas no dan respiro.

En esta época, abundan dos criterios: la depresión fulminante de los que no se toman vacaciones y la sobreexcitación de los que esperan contando los días, horas y minutos para acariciar el tan esperado descanso. A este segundo grupo precisamente me voy a dedicar en este relato.

El dilema de las vacaciones comienza mucho antes... Ya por octubre o noviembre en las oficinas suelen repartirse las quincenas veraniegas como si fueran billetes de Navidad. Nadie quiere resignar días y mucho menos los mejores meses. Comienza entonces la rivalidad entre los solteros y casados y de entre estos últimos, la discusión por quedarse con algunos días de temporada alta para quienes tienen chicos en edad escolar.

Una vez resuelto el tema del cuándo, empieza en casa la discusión del dónde.

Particularmente, yo prefiero el sur. Sufro el calor extremo y esa zona de nuestro país, además de bella y fresca, me inspira una paz única.

Mi marido prefiere la playa. Según él, es el mejor lugar para que nuestro hijo se divierta. El mar permanece a nuestra disposición y todo el Partido de la Costa ofrece variadas actividades nocturnas como para disfrutar en familia.

Como el mío es un hogar democrático, suelo aceptar la decisión de la mayoría sin chistar.

Propongo un hotel medio pelo pero agradable para pasar unas gratas vacaciones cortando un poco la rutina doméstica cotidiana. Nada de lujo. Dos camas, tv y fundamentalmente la posibilidad de comer afuera y olvidarme de los platos.

-El presupuesto no da para tanto (opina el hombre de la casa). Además, tendríamos que dejar al perro en una guardería porque en ningún hotel lo aceptarían. Y eso implica un gasto extra que no podemos afrontar.

-Ajá. ¿Entonces? (Intuyo la respuesta pero lo dejo hablar)
-Tenemos el departamento de San Bernardo a nuestra disposición.

Ya lo sabía. Hasta el perro me mira esperando mi aprobación. No puedo defraudar a la familia. No me queda otra que aceptar.

Tengo el tiempo suficiente para trazarme un ayuda-memoria con todo lo que tendremos que cargar. Mientras nuestro viejo y destartalado auto se la banque, está todo bien.
Dos valijas por lo menos. Tendré que preparar una buena cantidad de ropa porque allí no hay lavarropas. Mudas de verano para usar durante el día y mudas de invierno para las noches polares.
Latas y más latas de conservas. Fideos, arroz, la comida para el perro. Tres bolsos destinados solamente para guardar sábanas, toallas y toallones. Sillas playeras, la sombrilla, la heladera de telgopor y no me tengo que olvidar del termo para el mate de la tarde.

Ya me imagino sentada en la playa, saboreando un sandwich de pollo con arena. Ya me veo tragándome la bombilla del mate por culpa del pelotazo de un reventado vecino de sombrilla.
Ya me estoy resignando al agua helada y a permanecer sentada todo el día porque si el perro queda atado y me levanto para estirar los huesos, va a salir corriendo con silla y todo. Ya tengo la imagen de mi hijo diciéndome todo el día "maaaaaaaaaaaaaaa, estoy aburrido".
Ya intuyo a la bruja de al lado, sacándole los piojos a su mugroso hijo delante de todo el mundo. Y ya pensé en ese mugroso hijo, convidándose mis facturas de las 5 de la tarde.

Igualmente espero que el tiempo nos acompañe. Porque si llueve una semana seguida... No quiero siquiera imaginarme rodeada de mi familia en un cuchitril de una ambiente.

¡Qué felicidad! La costa. Mar. Playa. Gente. Ruido. Todos con una sonrisa. Todos bailando. (No, no es la publicidad de Quilmes) SON MIS PRÓXIMAS VACACIONES...






18 enero 2009

CAPÍTULO 2 Y AHORA...¿QUÉ HAGO? (bajo licencia de Creative Commons)

Ya sin la presión de estar obligada a sacarme leche, lo primero que hice fue ordenarle a mi marido que fuera corriendo a la farmacia a comprar la leche en polvo que utilizaban en la clínica.
La primera recomendación del médico que había firmado el alta fue, que la habitación donde el niño estuviera ubicado quedara libre de polvo. Poco faltaba entonces para plumerear hasta al padre en pos de seguir al pie de la letra sus instrucciones.

En un helado día de otoño, nos instalamos en casa, como si ésta fuera la sucursal de la incubadora. Todas las estufas permanecieron encendidas al máximo hasta la primavera. Y un frasco de desinfectante en aerosol, recibía en la puerta de entrada a las visitas que se acercaban a conocer a «M».

La primera noche colocamos a la criatura al costado de nuestra cama. Tenía que levantarme cada 3 horas para darle la mamadera. Y acto seguido, el cambio de pañales.
Mis noches entonces no resultaban muy placenteras que digamos. Cuando conseguía dormirme profundamente, el llanto de «M» comenzaba a destrozarme los tímpanos.
Igualmente, debo reconocer que mi marido se hizo cargo más de una vez de calmarlo por las madrugadas.

No se por qué, siempre es consejo de vieja, o de estirada. Pero seguramente habrán oído decir por ahí que hay que aprovechar cuando el crío duerme para descansar nosotras. Como recomendación, suena interesante. Pero me gustaría que alguien me explicara cómo se hace.
Si el chico se despierta cada 3 horas, hay que darle la leche, esperar que haga el provechito, cambiarle los pañales y pedirle por favor que vuelva a dormirse, entonces, ya pasó una hora. Me quedan dos. Si yo duermo. ¿Quién lava, plancha, cocina y limpia?

Para mi comodidad, había comprado tres mamaderas. Como no tenía esterilizador, por las mañanas, las colocaba en una cacerola con agua y las dejaba hirviendo. A continuación, quedaban boca abajo para que se escurrieran. Nada de repasadores ni toallas.
Por último, procedía al llenado. De manera tal que ya tenía tres tomas listas que iban directamente a la heladera.
Igual suerte corrieron los chupetes. Si bien «M» los utilizó por un periodo muy corto, tenía varios que iba cambiándole para que no se aburriera.

Al mes y medio de estar él instalado en casa, me desperté una mañana pegando un salto en la cama. Desperté a mi marido y le comenté que «M» no había llorado en toda la noche y que ya habían pasado como 8 horas de la última mamadera. Nos acercamos sigilosamente para controlar que el chico respirara. Y sí, respiraba.
Cuando le comenté este detalle a la pediatra, temí que me pidiera que despertara al bebé para alimentarlo, ya que aún era pequeño. Pero no se sorprendió y en cambio, su respuesta me tranquilizó:
-Y... si duerme 12 horas, te felicito. Aprovechá y dormí vos también.


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15 enero 2009

BLOG DE ORO



Hoy recibí esta mención de la mano de una amiga bloguera: IVANA CARINA.
Mis felicitaciones a Ivana por haber sido premiada también y

muchísimas gracias por acordarse de mí.


Y como no quiero quedarme con él, en esta humilde ceremonia voy a entregárselo a:


Callate nene: Para vos Ra, que estás pasando por un momento de mierda. Ya se que no es consuelo, pero la vida sigue y estás rodeado de gente que te quiere.
Escribiendo en voz alta: Para Siluz que escribe como los dioses y cosecha amigos en todas partes.
Mujeres de 40: Para Marce que es una representante de mi generación y que siempre me acerca temas de actualidad.
Cortitos: Para Claudia que tiene un poder de síntesis increíble.
Ineditables: Para Gamar, bloguero nuevito. Lo descubrí de casualidad y ahí me quedé.
¡FELICITACIONES Y QUE LO DISFRUTEN!


13 enero 2009

CAPÍTULO 1 EMBARAZO Y NACIMIENTO (bajo licencia de Creative Commons)

Nunca comprendí demasiado de qué se trataba.
Si bien de pequeña jugaba a las muñecas, jamás me incliné por la docencia, ni por cuidar niños ni me ha dado por babosearme al ver un bebé. Es más, siempre supe que prefería tener un perro antes que un hijo. Claro, hasta que nació él. Entonces descubrí que eso que yo sentía era el instinto maternal.

En algún momento de mi vida, había comenzado a preocuparme la falta de ganas de tener un hijo. Ya sea por mandato familiar o social, o simplemente por un deseo personal, todo el mundo quiere tener hijos. Hasta los animales tienen instinto con sus crías. ¿Cómo podía ser que yo no sintiera esa necesidad?

Debí pasar por la horrible e inevitable experiencia de toda mujer. Si no estás de novia, se comenta que quedarás solterona. Una vez conseguido el candidato, el tema es el matrimonio, y ya instalada en él, la duda de los familiares y amistades de los familiares es, si no podrás tener hijitos.

El mío, no fue un embarazo problemático. Más bien, todo lo contrario. Sin náuseas, ni malestares, transcurrió normalmente durante 35 semanas hasta que rompí bolsa y tuve que salir corriendo a la clínica. Aún no me había hecho a la idea de lo cercano de la maternidad, de modo que la internación no programada me resultó un tanto traumática. Pero no tuve más remedio. Ya tenía cuatro centímetros de dilatación y el parto sería inminente.

Una vez más, gracias a mi obsesión por el orden, el bolso esperaba en el armario desde hacía unos días, de manera que nada había quedado librado al azar.
Pasé toda la noche en la sala de pre-partos, soportando extracciones, inyecciones y estudios que me efectuaron. Pero lo que más me alteraba, sin dudas, eran los gritos de otras parturientas a punto de dar a luz, con quienes compartía la sala. No soportaba la idea de lo desconocido viendo ese panorama desgarrador.
Mientras era monitoreada permanentemente para controlar que el bebé estuviera en perfecto estado de salud, el médico de guardia se asombraba por la ausencia de dolores que yo le describía, ya que él advertía contracciones cada vez más fuertes.

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11 enero 2009

TATO BORES

Hoy se cumplen 13 años de la muerte de Tato Bores.

Para sus seguidores, para sus no seguidores, para los que disfrutaron de sus monólogos y para quienes no lo conocieron, aquí va uno. A mí me parece genial. Como si hubiese sido escrito hoy. Es largo, pero vale la pena.


HALLARON AL CULPABLE...


-La culpa de todo la tiene el ministro de Economía, dijo uno.
-¡No señor! Dijo el ministro de Economía mientras buscaba un mango debajo del zócalo. La culpa la tienen los evasores.
-¡Mentiras! Dijeron los evasores mientras cobraban el 50% en negro y el otro 50% también en negro. La culpa de todo la tienen los que nos quieren matar con tanto impuestos.
-¡Falso! Dijeron los de la DGI mientras preparaban un nuevo impuesto al estornudo. La culpa de todo la tiene la patria contratista; ellos se llevaron toda la guita.
-¡Pero por favor! Dijo un empresario de la patria contratista mientras cobraba peaje a la entrada de las escuelas públicas. La culpa de todo la tiene la patria financiera.
-¡Calumnias! Dijo un banquero mientras depositaba a su madre a siete días. La culpa de todo la tienen los corruptos que no tienen moral.
-¡Se equivoca! Dijo un corrupto mientras vendía a cien dólares un libro que se llamaba “ Haga su propio curro” pero que en realidad, sólo contenía páginas en blanco. La culpa de todo la tiene la burocracia que hace aumentar el gasto público.
-¡No es cierto! Dijo un empleado público mientras con una mano se rascaba el pupo y con la otra el trasero. La culpa de todo la tienen los políticos que prometen una cosa para nosotros y hacen otra para ellos.
-¡Eso es pura maldad! Dijo un diputado mientras preguntaba dónde quedaba el edificio del Congreso. La culpa de todo la tienen los dueños de las tierras que no nos dejaron nada.
-¡Patrañas! Dijo un terrateniente mientras contaba hectáreas, vacas, ovejas, peones y recordaba antiguos viajes a Francia y añoraba el placer de tirar manteca al techo. La culpa de todo la tienen los comunistas.
-¡Verso! Dijo un guerrillero mientras armaba un coche-bomba para salvar a la humanidad. La culpa de todo la tienen los fascistas.
-¡Malvados! Dijo un fascista mientras quemaba una parva de libros juntamente con el librero. La culpa de todo la tienen los judíos.
-¡Racistas! Dijo un sionista mientras miraba torcido a un coreano de Once. La culpa de todo la tienen los curas que siempre se meten en lo que no les importa.
-¡Blasfemia! Dijo un obispo mientras fabricaba ojos de agujas como para que pasaran diez camellos al trote. La culpa de todo la tienen los científicos que creen en el Big Bang y no en Dios.
-¡Error! Dijo un científico mientras diseñaba una bomba capaz de matar más gente en menos tiempo con menos ruidos y mucho más barata. La culpa de todo la tienen los padres que no educan a sus hijos.
-¡Infamia! Dijo un padre mientras trataba de recordar cuántos hijos tenía exactamente. La culpa de todo la tienen los ladrones que no nos dejan vivir.
-¡Me ofenden! Dijo un ladrón que arrebataba una cadenita a una jubilada y, de paso, la tiraba debajo del tren. La culpa de todo la tiene la policía que tienen el gatillo fácil y la pizza abundante.
-¡Minga! Dijo un policía mientras primero tiraba y después preguntaba. La culpa de todo la tiene la Justicia que permite que los delincuentes entren por una puerta y salgan por la otra.
-¡Desacato! Dijo un juez mientras cosía pacientemente un expediente de más de quinientas fojas que luego, a la noche, volvería a descoser. La culpa de todo la tienen los militares que siempre se creyeron los dueños de la verdad y salvadores de la patria.
-¡Negativo! Dijo un coronel mientras ordenaba a su asistente que fuera preparando buen tiempo para el fin de semana. La culpa de todo la tienen los jóvenes de pelo largo.
-¡Ustedes están del coco! Dijo un joven mientras pedía explicaciones de por qué para ingresar a la facultad había que saber leer y escribir. La culpa de todo la tienen los ancianos por dejarnos el país que nos dejaron.
-¡Embusteros! Dijo un señor mayor mientras pregonaba que para volver a las viejas buenas épocas nada mejor que una buena guerra mundial. La culpa de todo la tienen los periodistas porque junto con la noticia aprovechan para contrabandear ideas y negocios propios.
-¡Censura! Dijo un periodista mientras con los dedos cruzados, rezaba por la violación y el asesinato nuestro de cada día. La culpa de todo la tiene el imperialismo.
-¡Eso no es cierto! Dijo un imperialista mientras cargaba en su barco un trozo de territorio con su subsuelo, su espacio aéreo y su gente incluida. La culpa la tienen los cipayos que nos permitieron llevarnos hasta el gato.
-¡Infundios! Dijo un cipayo mientras marcaba en un plano las provincias más rentables. La culpa de todo la tiene Magoya.
-¡Ridículos! Dijo Magoya acostumbrado a estas situaciones. La culpa de todo la tiene Montoto.
-¡Cobardes! Dijo Montoto que de esto también sabía un montón. La culpa de todo la tiene la gente como vos por decir boludeces.
-¡Paren la mano! Dije yo mientras me protegía detrás de un buzón. Yo sé quién tiene la culpa de todo. La culpa de todo la tiene EL OTRO. ¡El Otro siempre tiene la culpa!
-¡Eso, eso! Exclamaron todos a coro. El señor tiene razón: la culpa de todo la tiene EL OTRO.

-Dicho lo cual, después de gritar un rato, romper algunas vidrieras y/o pagar alguna solicitada, y/o concurrir a algún programa de opinión en televisión (de acuerdo con cada estilo), nos marchamos a nuestras casas por ser ya la hora de cenar y porque el culpable ya había sido descubierto. Mientras nos íbamos no podíamos de dejar de pensar:



"LA CULPA SIEMPRE LA TIENE EL OTRO"













07 enero 2009

PRÓLOGO - "SOY MAMÁ DE UN HIJO ÚNICO"

«Plantar un árbol; tener un hijo y escribir un libro»



Debido a la fobia que me produce tocar la tierra, he decidido dejar la tarea de plantar el árbol para otra ocasión. Mi hijo es, justamente el eje de mi vida. Y respecto del libro, con total honestidad, este proyecto, era una asignatura pendiente desde hacía mucho tiempo. Inclusive, les diré más, creo que fue más sencillo para mí, que cumplir con la primera de las opciones.


Algunos dirán que acabo de embarcarme en una tarea complicada. Seguramente serán muchos los que disientan de mí. Y no me preocupa. No soy escritora, ni psicóloga, ni docente, pero soy mamá, y eso me alcanza para saber de qué estoy hablando. No pretendo dar una clase magistral sobre cómo criar un hijo, sólo intento transcribir las experiencias que día a día obtengo desde hace once años. Y son muchas y muy ricas en todos los aspectos.


Se preguntarán cómo hago para recordar después de tanto tiempo… Es que en realidad no recurro a la memoria. Mi excesiva necesidad de mantener mi vida y la de los que me rodean perfectamente controlada y organizada facilitó esta tarea, ya que desde que mi hijo nació, escribo un diario con cada uno de los detalles sobresalientes de su vida.


Desde el control periódico del peso, hasta las actividades de sus últimas vacaciones, todo, pero absolutamente todo pasa por su diario.




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05 enero 2009

YO SABÍA...

Yo ya les había contado hace unos días sobre mi fobia al verano. Bueno, tal y como lo imaginé, esta breve primavera otoñal que disfrutamos entre los últimos días de diciembre y los primeros de enero, ha llegado a su fin.

Ayer durante la tarde, ante mi ahogo producto de la elevada temperatura que soportamos, me distraje leyendo el diario Clarín en su versión digital... Y vean lo que encontré:


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ANUNCIO DE LA OFICINA METEOROLÓGICA DE GRAN BRETAÑA
El 2009 será uno de los cinco años más cálidos desde 1850



Según la oficina meteorológica de Gran Bretaña -conocida como Met Office-, el 2009 estará entre los cinco años más cálidos de los que se tiene registro histórico (desde 1850). Se espera una temperatura media de 14,44°, es decir, 0,44° por encima de la media oficial registrada desde la década del '60. La Met Office y la Universidad de East Anglia en Norwich (Inglaterra) analizaron, a pedido de la Organización Meteorológica Mundial, el clima durante el año pasado y las previsiones para los próximos años. Desde que comenzaron a predecir la temperatura media de la Tierra, en 2000, su margen de error máximo ha sido de 0,06°. Los registros sobre los cuales se establece la temperatura media se iniciaron en 1850, y muestran que diez de los años más calurosos en el último siglo y medio corresponden al período 1997-2008. Por ahora, el récord fue en 1998, cuando la temperatura media trepó a 14,52°. Fue un año en el que el fenómeno de El Niño -que calienta las aguas del océano Pacífico y aumenta la temperatura en tierra- fue muy virulento. Ahora se espera otro año tórrido. Y si los científicos piensan que la marca media no llegará a batir ese récord, es por la influencia "refrescante" de La Niña, contrapuesto al de El Niño. "Es muy probable que los próximos tres años sean más calientes, precisamente porque los efectos de La Niña ya no se sentirán tan intensamente. Y a partir de la próxima década podemos contar incluso con el aumento de la temperatura media global por el orden de los 0,2° por década", señaló Peter Stott, matemático dedicado a la predicción del clima en el Centro Hadley de la Met Office.El 2008 fue el más "frío" en lo que va de la década. Pero los climatólogos no piensan que sea por haberse frenado el calentamiento global: "No esperamos que cada año sea más caliente que el precedente; para efectos de análisis, hay que observar períodos más largos", advirtió Phil Jones, profesor de Ciencias Climáticas de la Universidad East Anglia. Y no hay dudas acerca de la influencia humana en el calentamiento global. "Hoy, las temperaturas son 0,7° más altas de lo que serían si los humanos no estuviéramos alterando el clima. Sin la influencia humana, la posibilidad de tener un año tan cálido sería 50 veces menor", dijo Scott.

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¿Alguno de Ustedes me podría confirmar si existen paquetes turísticos a Islandia para esta época del año?




02 enero 2009

LES PRESENTO MI LIBRO (bajo licencia de Creative Commons)

Como se dice siempre: "Año nuevo, vida nueva"

A respirar aires nuevos, a disfrutar del veranito en Buenos Aires y a seguir con la rutina.

Pero para darle color a esta época, hoy vengo a ofrecerles en tapa dura y a todo color, mi libro: "Soy mamá de un hijo único".

Este libro, que escribí en 2007, es parte de mi vida. Allí narro la aventura que significó y significa para mí, ser madre.
Es un libro sencillo, pero ameno.

Cuando lo tuve por fin en mis manos, envié el proyecto a cinco editoriales. Pero de ninguna conseguí una respuesta. Claro, yo se que no es tan profundo como "Las rimas de Belén Francese". Ni hablar. Pero es digno de ser leído.

Así que ahora, que estoy decidida, les cuento que a partir de la próxima semana, con "Relatos cotidianos", irá una entrega gratuita de cada capítulo de mi segundo hijo.

Aquí les adelanto la dedicatoria:


Convertir en realidad un sueño, me gratifica, levanta mi autoestima y me anima a seguir adelante.
Éste es mi proyecto cumplido y me siento orgullosa de él.

Cuando comencé a escribir, supuse que el resultado sería un pequeño libro informal sin demasiado contenido. Pero a medida que fui avanzando en mi tarea, advertí que podía hablar de otros temas que no fueran un pañal sucio o un diente de leche.

Esta decisión de profundizar mis relatos y presentarme tal cual soy, se la debo a mi hijo. Él es mi motor y quien me impulsa a ver la vida desde otro punto de vista.

Hasta hace algunos años, por mi temperamento, me sentía obligada a mostrar una actitud sumisa ante los otros, resignándome muchas veces a obrar con fastidio, pero siempre considerando que hacía lo «correcto».
A partir de su nacimiento, comprendí que durante los primeros años de vida, yo sería su espejo y con mucho esfuerzo, modifiqué mi manera de actuar frente a los demás.
Hoy, me siento más fuerte. Y aunque hay situaciones que no puedo evitar, huyo de aquello que me desagrada y defiendo lo que considero justo.

¿Cómo no agradecerle a un ser que me abrió la mente, que me pone a prueba cada día y que me enseña con la pureza que aún conserva?

Debo decir que no le ha causado demasiada gracia, formar parte de cada uno de estos capítulos, aunque dejó de resistirse, al ver mi entusiasmo depositado en nuestra historia.

A él, que es mi fuente de inspiración permanente y que se la bancó respetando mi deseo, le dedico «mi libro».


ESTA OBRA QUEDÓ REGISTRADA EN LA DIRECCIÓN NACIONAL DEL DERECHO DE AUTOR EL 16 DE NOVIEMBRE DE 2007
BUENOS AIRES - ARGENTINA
EXPEDIENTE Nº: 618741
FORMULARIO Nº: 145024






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