RELATOS COTIDIANOS: BENDITOS CELULARES (R) bajo licencia de Creative Commons

21 noviembre 2009

BENDITOS CELULARES (R) bajo licencia de Creative Commons

A lo largo de estos últimos 4 años utilicé buena parte de mi energía en mantener una postura coherente.

Él, desde sus 8 añitos, esporádicamente insistió con el mismo tema tratando de conseguir salirse con la suya ablandando mi corazón. Pero mi respuesta, fue siempre un rotundo NO.

Mi hijito siempre supo bien a quién recurrir en casa. Si bien soy de poner límites, en ocasiones me vuelvo algo permisiva (sobre todo cuando de comprar se trata). En cambio, mi marido parece de la época de las cavernas. Pero en este punto nos pusimos de acuerdo.

El consumo compulsivo de teléfonos celulares es, desde hace mucho tiempo por lo menos preocupante. Por esta razón, consideraba un despropósito que una criatura de 8 años fuera feliz por el sólo hecho de llevar consigo uno de estos aparatitos ya que siempre se movilizaba con el padre o conmigo.

Y aunque me costó creerlo, desde hace 3 años, en el colegio mi hijo era uno de los pocos chicos que se encontraba "incomunicado" por culpa de sus avaros progenitores. Pero honestamente, poco me importó.

Inclusive para conmigo, tuve algunos prejuicios. El día que decidí comprarme un teléfono para mí, sentí que había pasado a formar parte de esa legión de seres humanos idiotizados por el efecto hipnótico que producen estos artefactos modernos.

En la calle, en el colectivo, en el trabajo o la escuela, todos pero todos "jugamos" con él. Y comenzamos a entrar en las estadísticas que indican que solemos mandar estúpidos mensajes de texto, que realizamos llamadas absolutamente innecesarias, y que tenemos una ligera sensación de desencanto cuando nadie nos llama a lo largo del día. Pero peor que eso, cuando lo olvidamos en casa, nos desesperamos como si hubiéramos salido a la calle sin calzones.

El furor de los grandes, se contagió a los chicos. Los celulares funcionan de maravillas, pero es poco frecuente ver en la calle aparatitos de más de un año de uso.

Esa compulsión por renovarlos como si fueran un par de medias, produjo en los niños el horrible sentimiento de hacerles creer a sus pares que si no tienen uno "no existen" porque quedan afuera del círculo vicioso del consumismo. Ellos conocen hasta el último modelo del mercado como si fuera de su propiedad.

Lo difícil, a partir de ese pensamiento nocivo, fue equilibrar los tantos y pelear con mi conciencia.

¿Cómo hacerle entender a un chico que el mundo no empieza ni termina con esa porquería (ni con ninguna otra cosa material), si así ha quedado establecido desde hace mucho tiempo?

¿Cómo mantener una postura firme para con él, mostrándole cuáles son las cosas que no tienen demasiada importancia y a la vez intentando no dejarlo afuera de lo que la sociedad impone?

Difícil tarea nos toca desde nuestro lugar de padres hoy. Y el teléfono es sólo un ejemplo de "necesidades básicas insatisfechas" para los mocosos del siglo XXI. Cualquier chiquitín es capaz de elegir la marca de sus zapatillas, su consola de videojuegos y su PC (más personal que nunca).

Por un momento, me puse a pensar en el "NO" que los padres solemos emitir casi cotidianamente y trato de imaginar cuántas sensaciones diferentes circularán por esas cabecitas cuya única cultura adquirida es "QUIERO ESTO".

Cuánta sensación de fracaso pasará por allí, sin que nosotros siquiera lo notemos.

Lo cierto, es que hace algún tiempo, le propuse a mi hijo, darle un celu que tenía guardado en casa, con poco uso y muy buena señal, si su intención, era tener uno para hablar cuando le diera la gana. ¿Y a qué no saben qué me contestó?

-Yo no quiero uno como el tuyo. Quiero como los que usan en la escuela, con cámara de fotos y mp3.
-Ahá...

Me pregunté entonces cómo explicarle al "enano maldito" que mi Nokia 1100 andaba como los dioses, si lo primero que intentaba mirar en un teléfono, era el precio?

Él, concluyó diciéndome que los chicos lo utilizaban para sacarse fotos y mandarse mensajitos de texto durante los recreos.

¡Tamaña inutilidad, por Dios!

Pasaron un par de años de aquella propuesta mía. Yo sigo con mi Nokia 1100 a cuestas, pero el pequeñín de la familia está empezando a dar sus primeros pasos "solo" por la vida y me aterra desconocer el lugar donde se encuentra. No vive vagando por la calle, pero sale frecuentemente con sus amigos. Va y viene.

No hace falta que les aclare que la Argentina desde hace algunos años, se convirtió en un país un tanto inseguro.

Y aunque no soy adicta a la tecnología, hoy, el teléfono celular se asemeja bastante a un chupete para los adultos a cargo de hijos en edad de salir.

Tranquiliza saber que con una simple tecla, uno puede ubicarlos dondequiera que estén.

Y esta es la razón, por la cual y a pesar de mis reiteradas negativas y de despotricar contra una sociedad enferma por "tener", conjuntamente con mi marido, hemos decidido regalarle a nuestro amado angelito, el tan preciado teléfono celular.

Ahora, además de intentar comprender a toda una sociedad estupidizada por competir con el prójimo, estoy a punto de comenzar mi terapia con un reconocido analista. Primero será individual. Luego, familiar.

*Este post fue publicado en agosto de 2008


*Actualizado el 22 de noviembre de 2009
Para responder la duda de Gamar, les cuento que hoy nuestro hogar es un ejemplo de las estadísticas (no las del INDEC). Se dice que hay en nuestro país 40 millones de teléfonos celulares. Pues bien, en casa contamos con el teléfono de línea y un celu cada uno de los integrantes de nuestra familia...

25 comentarios:

carlos dijo...

fabiana yo solamente uso el celular para hablar eso de los mensajes de texto me parece aburridisimo lo mismo que sacarse fotos y viste que hay con m p 3 y la gente se emboba con eso yo tengo uno comun buen finde saludos

TORO SALVAJE dijo...

Te entiendo, y además no me gustan nada los teléfonos móviles, me siento esclavizado.
Pero para un niño significan todo lo contrario.

Besos.

Marina Judith Landau dijo...

Cómo te entiendo!!! El mío tiene 7 años de uso, nadie puede entender cómo tengo esa pieza de museo. Y para el uso que le doy, para mí es más que suficiente.
Algunos se quejan porque me llaman y no atiendo... es que suelo olvidármelo en casa, y no voy a andar volviendo (como muchos hacen) para buscar el celular!!!
Los mensajes de texto, ni los respondo, o a lo sumo respondo llamando, cuando considero que es algo importante.
A eso tengo que agregarle que son peligrosos para la salud, por lo que me limito a hablar sólo lo necesario, aunque a mis amigos les disguste.
Y si hay algo que me enfermaaaa, es la gente que atiende en tu presencia y te deja colgado 20 minutos para charlar por el celular!!! Cuando me llaman y estoy con alguien, digo que estoy ocupada y listo, no me gusta faltar el respeto a quienes están conmigo.
Pero bueno, hay un punto en que son útiles, y es el de estar comunicado para tranquilidad, cuando se trata de un hijo.
En tu lugar habría yo hecho lo mismo. Por cualquier cosa, es bueno poder comunicarse, es más que necesario hoy en día.
Y cómo te fue con el analista??
Te confirmó el turno a tu celular?? ji ji
Un abrazote, Nena. Que tengas un hermoso fin de semana.

gamar dijo...

Pero si esta entrada es del 2008, como sigue la cosa?
¿Aflojó?
Saludos

La candorosa dijo...

Empiezo por el final: Hacer terapia es conveniente, incluso cuando no hay problemas con la "sociedad de consumo" o con los hijos!! jjaaa!!!

Continúo: Hay padres que creen que dándole un celular "costosísimo" a sus hijos los conforman -para que no siga chillando- y porque suponen que eso es lo que los hace felices, en lugar de contrarrestar el mensaje del consumismo negándose a la cuestión con criterios que refuercen el "NO".

Marcar los beneficios de ser diferente al resto, tiene sus ventajas, vamos que si!!
(Se lo digo con un hijo que tiene 7 años y que jamás fue a un McDonald!! y con una hija de 22 años que hoy viene y me agradece que tampoco la haya llevado!!).

Mostrar a nuestros hijos dónde está lo que realmente importa, lleva su tiempo, pero no es imposible.

Además, si queremos evitar situaciones "inseguras" en la vía pública, no tengamos celulares costosos ¡¡es una de las formas!!
(Y conste que Nueva York o Madrid también le manotean el celular, eh!!!!).
Además pruebe ¿quién le intentaría arrebatar el Nokia 1100?

Hágale ver a su hijo el camino insaciable por el cual van transitando sus compañeros de escuela y por el cual, los padres deben hacer demasiados esfuerzos "laborales" para colmar esos caprichos (aunque haya padres que les sobren medios para costear eso y más).

No olvide que hay muchos padres que cubren sus carencias como padres "pagando" caprichos materiales.

Saludos (y disculpe la extensión!!).

Solitario dijo...

Hola fabi, justamente la otra vez lei tu post recorriendo las entradas antiguas, y te entiendo muy bien, en opinión personal creo que la tecnologia bien usada nos ayuda...el tema es que hay una linea muy delgada en lo sociedad que une necesidad con consmismo o apariencia, y alli el problema, me parece muy bien que hagas saber tu resistencia en un principio sobre si seria bueno o beneficioso que tu hijo tenga o no celular (que es el aparato en cuestión ahora, pero puede ser pc, juego, etc, etc) nuestra sociedad es tan sufrida, que un poco lo que ocurre es " yo no quiero que a mi hijo le falte nada, porque cuando yo era chico no pude tener" es largo, te entiendo como mamá, te mando Mail...besos! nahuel

Gla dijo...

Calculo que a todos nos pasa más o menos lo mismo, si eso te consuela.Yo le había dicho a mi hija que iba a ser una "inversión" a realizar cuando empezara la secundaria. Al cambiarla de escuela un año antes y empezar a frecuentar casas que yo desconocía entré en "ataque de pánico" y salí corriendo a comprarlo para calmar mi ansiedad de saber que estaba bien. Hoy, dos años más tarde, quiere uno más moderno...Y estoy en el mismo planteo que vos... Pero no sé si es tan grave que quieran estar a tono con la tecnología mientras uno no vea que se trata de competencia insana....

Anavril dijo...

Yo estaba en contra de los celulares hasta que me embarace. Ahí una amiga que es fana de la tecnologia y tenia uno sin usar en su casa me lo presto para estar comunicada por si me pasaba algo...ese fue el punto de inicio de una vorágine que no tiene fin.
Me gustan que tengan de todo y hagan de todo...no lo tengo porque son carísimos, pero me babeo mirándolos. Igual con el que tengo en estos momento le baje capítulos de Pocoyo y Mickey y videos musicales y te digo que me ayudan muchísimo en las salas de espera con la niña...que es muuuy inquieta.

Fabiana dijo...

Carlos: Así anda la mayoría, aunque yo comparto la idea de que el celu es para hablar cuando resulta necesario y nada más.
Que tengas una buena semana.

Toro Salvaje: Sí, ellos se sienten absolutamente libres con esa cosa en el bolsillo. Y los padres, algo estúpidos cuando los llamamos y no atienden...
Besos.

Fabiana dijo...

Dondelohabredejado: Yo suelo atender siempre porque supongo que quien llama tiene algo importante para decirme. Pero la mayoría de las veces cortaría en medio de la conversación. Y con respecto a los que te plantan hablando en medio de una charla son un caso perdido. Conozco muchos que cuando se sientan a la mesa, lo primero que hacen es desparramar sobre ella todos los aparatitos que traen. Pero son un mal necesario.
Feliz semana.

Gamar: Al final del post (en la actualización) respondí tu inquietud. No te rías, por favor.
Saludos.

Fabiana dijo...

Cando: Se despachó con todo amiga...
Se ve que el tema de la compulsión por comprar no le gusta nada. A mí tampoco. Es una competencia permanente que suele enfermarnos.
Y coincido con que es muy trabajoso hacerles entender esa postura a los hijos.
Por eso digo que lo más difícil es mantener un equilibrio entre los caprichos y mi intención de no dejar a mi hijo afuera de la sociedad que nos toca.
Y también estoy de acuerdo con que un celu barato no implica peligro. Yo con el mío hablo por la calle sin miedo. Es más, creo que un día de estos, alguien se va a acercar y en lugar de robarme, me va a tirar unos mangos para cambiarlo por otro más moderno.
Un abrazo.

Fabiana dijo...

Nahuelín: Claro. Ahora es el celu, pero los chicos (y a veces los grandes) son insaciables. A mí me gusta la tecnología, pero no se puede estar al día con todo. Entonces, según mi presupuesto trato que elegir cosas que me resulten útiles. No entiendo la idea de comprar por tener.
Besos.

Gla: Ese es el otro tema. Después de conseguir lo que quieren, desean renovar. Por eso no se termina nunca.
Nosotros también optamos por mantenerlo "comunicado" unos meses antes de empezar la secundaria. Esa era la idea: que pudiera manejarse solo en la calle teniendo un celu con él.
Pero costó mucho retrasar su capricho para ese momento.
Que tengas un lindo comienzo de semana.

Deprisa dijo...

La tecnología está para solucionar problemas que antes no teníamos.

De todos modos, de pequeña, antes de que existieran los móviles, pensaba en la de situaciones que se podrían resolver si hubiera una manera de comunicarse a distancia en la calle.

Un saludo,
Mun

Fabiana dijo...

Anavril: ¿Viste que para todo hay un momento justo? Ese momento es el que te indica que algo te puede servir.
Y con respecto a lo inquieta de tu gorda, si no viviéramos en la era de los celulares, encontarías otras opciones para mantenerla quieta.
Atarla es una buena alternativa... Jajaj. ¿Te dije alguna vez que no tengo mucha paciencia con los chicos?
Besos.

Deprisa: Me encantó esa definición de la tecnología. Muy cierta e inteligente.
Jamás puse en duda la utilidad del celular. Es más, yo misma lo uso para facilitarme la vida. Pero critico la locura y la competencia por ver quién tiene el mejor. Y también la manera en que nos volvemos estúpidos manejando funciones que nada tienen que ver con la finalidad de un teléfono.
Saludos y gracias por pasar.

Anónimo dijo...

Fabiana:
Si lo usás para trabajar, es imprescindible.
En cuanto a los niños, cuando ya se manejan solos, a veces también es bueno que tengan, pero uno común. Claro, no es tan simple porque allí comienzan las comparaciones en el colegio.
Besos y buena semana.
Lady Baires

Noesperesnada dijo...

Muy cotidiano tu post y muy vigente. Tienes comentaristas de lujo, así dan ganas de leer tus historias...

Fabiana dijo...

Nosestamoshablando: Hoy en día es imprescindible, y si no lo es, de todos modos me parece una herramienta útil. Pero como dije antes, estoy hablando de un teléfono para poder comunicarse desde cualquier lugar y no de un aparato lleno de chirimbolos.
Que tengas una linda semana.

Noesperesnada: Bienvenido. Este es uno de los grandes temas de la época.
En cuanto a quiénes me siguen en mis locuras, de verdad son un lujo y me siento orgullosa de ello.
En cuanto tenga un ratiro, pasaré a visitarte.
Gracias por la visita.

Ivana Carina dijo...

:P

#yoconfieso
que mi Retoñor tiene celular porque soy una hincha cocos! Aaaajajajaja! :P

Al mio le compré su 1º celular cuando tenía 11 años, pero porque yo quería saber donde andaba y porque no puedo salir a buscarlo por todo el barrio al jovencito... Jajaja!

Igual fue uno sencillito no más, recién este año se lo cambié por uno que tiene cámara y mp3, pero repito: sencillito no más. En eso mi Retoñor es un santo, sabe hasta donde me puede pedir...

La tecnología bien usada, es una herramienta muy útil, de nosotros depende el saber como usarla y con respecto a nuestros retoños, marcar los límites, que son sanos y no lastiman a nadie.

Y me mató lo de la estadística! Aaajajaj! En casa, aparte del de línea, hay 4 celulares, el mío, Retoñor, mi padre y my Little sister. Mi sobri-retoñito de 9 está haciendo buena letra para que le regalen uno.... Mi cielo.... ^.^ Aunque siempre dice que ya sabe que Retoñor (el primo) lo tuvo a los 11...

Hay males necesarios, pero si sabemos como "manejarlos", podemos convivir tranquilamente con ellos...

Un besote Fabi!! ^.^

r.- el corre ambulancias dijo...

como todo objeto tiene un fin. si se lo usa para lo qeu se creo, es una herramienta gloriosa

acordate lo que era trabajar en la calle y estar siempre incomunicado

yo lo uso muchisimo, tanto para laburar como para andar comunicado con caro, mas ahora que es una panza que se mueve :)

el tema es qeu los chicos no quieren un cel, quieren un objeto de consumo, mientras mas caro, mejor para ellos

Fabiana dijo...

Ivana Carina: De límites se trata justamente. Nadie niega su utilidad, pero me opongo a que una criatura tenga uno encima cuando no sale solo ni a la esquina.
¿Viste que a vos también te resultó la estadística?
Podemos prescindir de un montón de cosas, pero por lo que veo del celu jamás.
Besote grande.

Correambulancias: No me voy a cansar de aclarar que el celu es una maravilla tecnológica. Nunca lo puse en duda. Y el tema con los chicos es ese que comentás. Cuanto más tenga el aparatito, mejor para competir. Ahí es cuando me saca de mis casillas.
Ya me vas a entender cuando el tuyo te pida todo lo que vea por ahí...
Saludos.

Anónimo dijo...

que tema dificil.... para algunas cosas es muy util, pero tampoco es tan imprescindible...hace unos años se podia cuidar igual de bien a nuestros hijos sin celulares, o podiamos vivir bien sin esa necesidad de estar al tanto segundo por segundo donde está el otro.
Es dificil luchar contra la corriente, sobre todo con los chicos, pero será la cosa de esta época en que nos toca vivir.
Usarlo con lógica y no dejar que nos usen a nosotros.

que tema!!!!

un beso

Julio César Carranza dijo...

Maravilla de la tecnologia . Sin embargo debe ser un dolor de cabeza al momento de pagar la cuenta del telefono. suerte Alba

abrazos

Fabiana dijo...

Nadasepierde: Lo más importante es no convertirnos en esclavos de nuestra propia elección. Nadie se muere por olvidar un celular en la casa. Por eso creo que hay que destacar su utilidad y hacer uso de ellos con precaución.
Saludos y gracias por pasar.

Julio César: En casa los cargamos a tarjeta, como la mayoría de la gente. Para el uso que le damos nos alcanza. No estaríamos en condiciones de pagar cuentas enormes por un servicio que debe utilizarse moderadamente.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Mira, que cosas, he recibido un sin fin de regaños e insultos por olvidar el celular en casa, en el bolso, en el trabajo jajajja

El día que optaron por colgarmelo al cuello un ratero me lo jalo en la calle, que impresión.

Sigo igual botandolo donde no me estorbe!!!

Saludos...

Fabiana dijo...

Seraquenoseve: Bienvenida.
No hay que hacerse tanto problema. Al fin de cuentas, antes no había y nadie moría por no poder comunicarse. Sí reconozco que me preocupa muchísimo saber dónde está mi hijo, pero el resto del mundo me tiene sin cuidado.
Gracias por la visita.

SEGUIME VOS TAMBIÉN