RELATOS COTIDIANOS: CLARA (bajo licencia de Creative Commons)

15 junio 2010

CLARA (bajo licencia de Creative Commons)

La conocimos en el natatorio en la misma época que "M" asistía a sus clases de natación.
Mientra "M" era menudo y de baja estatura, Clara era de esas criaturas que engañan por su físico. Muchas veces, sin saber su edad, pensaba que tenía ciertos problemas de motricidad. Sus movimientos parecían torpes y su vocabulario demasiado básico para la imagen que ofrecía.

Al tiempo descubrimos que también compartían el jardín. Los dos estaban en la salita de 4, sólo que ella iba a la mañana y mi hijo, por la tarde.

Clara siempre estaba a compañada por su mamá. Una mujer pelirroja, con pecas en su rostro y no muy alta. No era una mujer muy dada, más bien diría que se la notaba muy introvertida y sólo se limitaba a observar las clases sin charlas de por medio.

Ya al año siguiente la niña dejó de asistir a las clases, pero la reencontramos en la sala de preescolar del turno tarde donde pasó a formar parte de los compañeros de escuela de "M".

Aquella criatura había vuelto de sus vacaciones aún más alta que el año anterior. Se desenvolvía perfectamente entre sus pares pero había algo de su entorno que me llamaba la atención. No era la madre quien iba a recogerla a la salida ni quien presenciaba las reuniones o eventos. Esas actividades eran exclusivas de la abuela, una mujer de visibles y aproximados 80 años.

Físicamente era muy parecida a la mamá de la criatura, pero la diferenciaba la simpatía y predisposición para entablar diálogos con los padres que esperábamos la hora de salida en la puerta del colegio.

Alguna vez, la oí comentar que su hija tenía algunos problemas que la habían hecho alejarse de los lugares que frecuentaba Clara, quedando entonces la mujer mayor al frente de la responsabilidad que implicaba la crianza de la pequeña.

Recuerdo que fue a partir de una reunión de padres en 2º grado, cuando me enteré lo que en realidad había sucedido con esa familia: esa rara mujer había sido madre soltera, pero al tiempo había comenzado a manifestar ciertos desarreglos de tipo psiquiátrico que hicieron que su rol de madre fuera interrumpido varias veces de acuerdo a la evolución de los tratamientos a los que era sometida. No había más familia allí que madre, hija y nieta. De modo que sus vidas transcurrían en soledad y dentro de las paredes del mismo hogar.

Ya cursando los chicos el 5º grado, el tema "Clara" se había convertido en una novela diaria enriquecida con las noticias que llegaban a nuestros oídos. A esas alturas, la nena era ya una mujercita muy madura para su edad con un cuerpo que seguía creciendo en igual medida que cuando la conocí. Pero su rostro reflejaba tristeza y dolor por lo que le tocaba vivir.
Aquella mujer pecosa, había estado internada bajo tratamiento pero después de un alta médica ¿? y volviendo a instalarse en la casa,  había comenzado a agredir verbal y físicamente a madre e hija con un odio inusual y enfermizo supongo que, a consecuencia de la interrupción del tratamiento recibido.
Las agresiones siguieron cometiéndose usualmente hasta llegar a amenazar de muerte a su progenitora con lo cual, la mujer mayor pretendió dar por terminada la persecución haciendo la correspondiente denuncia policial.

Así transcurrieron los meses, con orden judicial de no poder acercarse a la criatura a menos de 300 metros y lógicamente luego de haber perdido la tenencia de la menor. A todo este trajín, se le agregó una mudanza a escondidas, para que no pudieran ubicarlas y abuela y nieta se retiraban de la escuela antes de hora para perderse en la clandestinidad.

Recuerdo que durante un acto escolar, tuvo que intervenir la policía ya que la mujer ("la loca", para ese entonces) había ingresado al colegio sin que nadie lo notara e increpando y agrediendo verbalmente al Director, salió en busca de su hija a quien, trató de llevarse arrastrándola de los pelos.
La imagen que nos dejó a los presentes fue terrible: fuera de sí y con los ojos salidos de sus órbitas fue sacada del brazo por personal de la Comisaría interviniente mientras gritaba  "los voy a matar a todos".

A fin de año, le dieron a Clara el pase a otro colegio. Su domicilio es todavía hoy un misterio. Pero todo ese extraño movimiento sirvió entonces para protegerla  de cualquier peligro inclusive cuando a su abuela ya se le había otorgado la tenencia definitiva...

Pasó más de un año cuando me enteré de su ingreso a 1º año de la secundaria en un colegio de música (su sueño). Me puso feliz saber de ella y de su tranquilidad emocional.


Hace unos meses, paseando por un shopping de esta Ciudad de Buenos Aires me topé con ella. Se acercó inmediatamente a saludarme como si nunca hubiésemos dejado de vernos. Y me alegré con su abrazo. Pero cuando reparé en su compañía, sentí frío por todo el cuerpo: estaba compartiendo con su madre un partido de pool. Ellas dos. Solas.

No se si se trata de un final feliz. Ni siquiera me animé a preguntar por la abuela pero reconozco que daría cualquier cosa por saber de ellas.
Sólo se que en esta historia hay tres víctimas. Pero una lo es mucho más. Y merece un poco de tranquilidad.

20 comentarios:

tia elsa dijo...

Es una historia estremecedora ¿porqué habrá vuelto con la madre? ¿se habrá recuperado? ¿qué habrá sido de la abuela? cuantas incognitas, quiera dios que todo haya sido para bien. Besos tía Elsa.

carlos dijo...

fabiana excelente telato saludos

TORO SALVAJE dijo...

Jo.
Que dura es la vida.
Pobre familia.
Imagino lo que ha vivido esa niña y me da una pena terrible.

Besos.

Anavril dijo...

Que feo, que injusta que es la vida.
Me replanteo demasiadas cosas cuando veo que un niño indefenso nace en una casa que no esta preparada para nada para su subsistencia ni física ni psiquica.

Un beso Fabi!!!

Cecy dijo...

Ay!!! Que dificil para esa niña y tambien para su entorno, las enfermedades son tan condenatorias y ademas de a poco va matando a los de alrrededo.
Ojala que la niña tenga la fuerza suficiente para que su futuro esa feliz.

Un abrazo Linda!

Anónimo dijo...

Historias de la vida real, Y uno se pregunta como puede ser que pasen estas cosas, lamentablemente. Que carga venir con esa historia en la mochila, desde el nacimiento.
Ojalá la música le abra un mundo de posibilidades.

Algo para recordarnos cuánto debemos agradecer lo que tenemos.
Un beso

Fabiana dijo...

Tía Elsa: Yo me hago las mismas preguntas pero lamentablemente no tengo manera de ubicarlas. Ojalá todo sea para bien.
Besitos.

Carlos: Gracias. Hacía mucho que no te veía por acá.
Saludos.

Fabiana dijo...

Toro Salvaje: Ha vivido de carencia en carencia pero me perdí la parte más importante de su vida que es la actual.
Con este tipo de historias me doy cuenta de cómo nos quejamos por cosas irrelevantes.
Un abrazo.

Anavril: Yo también me planteo esas cosas y agradezco por tener salud mental para no arruinarle la vida a mi hijo.
La vida para algunos es mucho más dura de lo que creemos.
Te mando un besote.

Fabiana dijo...

Cecy: ¿Sabés las veces que pensaba en lo que sería de "Clara" sin su abuela? Tengo entendido que no hay más familia allí y la única contención para ella es esa pobre mujer. Ojalá pueda seguir acompañándola por muchos años más.
Que tengas un hermoso día.

Nadasepierde: Es cierto. Hay chicos que nacen condenados. No se a qué, pero condenados al fin. Un poco de paz y mucho cariño es lo menos que se puede pedir para que los chicos tengan una infancia más o menos feliz.
Pero se ve que en algunos hogares, eso es muchísimo.
Te mando un beso.

La candorosa dijo...

Estremecedora la historia, realmente!!

Ojalá que esa salida con la mamá, de la que usté fue testigo, sea parte de una nueva etapa, en la que todas las heridas se estén curando ¡¡las de todas!! en esa familia.

Cuántos dramas familiares nos rodean, y cuánto dolor viven algunos en silencio, tras las cuatro paredes de sus hogares!!

Abrazossss!!!

MAMUCHA SILVIA dijo...

Hola Faby¡¡ dicen que cada casa es un mundo y vaya mundo a veces el que toca vivir¡¡¡
realmente, las secuelas que quedan con estas historias son tremendas, seguramente hay una victima, aunque cada una la ha sufrido a su manera quizas¡¡¡
dura la historia¡¡
te dejo un besito grande¡¡

Anónimo dijo...

Confieso que me dejaste una gran tristeza. Cuantas locas andan sueltas como la madre de Clara!!
Y qué habrá sido de la abuela quien se ocupó y preocupó en todo. Gran duda. Y gran dolor.
Ojalá Clara pueda seguir el camino que tanto añora.
Besos!

Fabiana dijo...

Cando: "Cada casa es un mundo" dice el refrán y a este caso le queda justo. En definitiva creo que nunca conocemos del todo a quienes nos rodean. Y me sumo a su deseo, por Clara.
Abrazos.

Mamucha Silvia: Yo creo que esas marcas son para toda la vida. Sería ideal que de ahora en más la nena pueda torcer esa vida horrible que le tocó.
Saludos.

Gla dijo...

Seá que los lazos de sangre con la madre pesan tanto? Como para disculparlo todo?
Me dio escalofríos la historia...

Fabiana dijo...

Nosestamoshablando: Todas esas incógnitas me surgen todos los días. No tengo forma de averiguar nada sobre ellas. Pero lo más importante (como dije antes) es un poco de paz para Clara.
Saludos.

Gla: No creo que la nena esté en condiciones de disculpar. Digo, tengo la sensación de que ahí hubo decisiones de la justicia. Por eso me preocupa más todavía. A veces con los chicos se equivocan demasiado. Yo también siento escalofríos cada vez que toco este tema. No te preocupes.
Besos.

Marina Judith Landau dijo...

Qué historia terrible. Creo que todos conocemos este tipo de historias, con tanta tristeza y heridas que sabemos que nunca terminarán de cicatrizar.
Me permito tener esperanzas de que en estos momentos la situación esté feliz y en armonía. Es lo que deseo.
Un abracito.

Cris dijo...

Fabi , seguì atentamente tu relato , es terrible , triste , y te dirìa que da angustia ,hay tantos chicos quejosos dando vueltas por allì , creo que tienen demasiado y no distinguen lo verdadero , como tener una buena familia constituìda. Pobre criatura, ojalà sea èsta una de esas historias que finalmente no han terminado mal.
Salduito
Buen finde
Cris//mujeresdesincuentay

Fabiana dijo...

Dondelohabredejado: Siempre hay historias de este tipo debajo del felpudo de cada casa. Lo positivo es que ya no se esconden.
Abracitos también para vos Marina.

Cris: Ojalá lo sea, pero no lo se. Y comparto con vos las quejas vacías de los chicos. Cuando lo hacen es porque desconocen que hay historias como estas que son las que dejan heridas abiertas de por vida.
Besos.

Verónica Molina dijo...

Cuando hay enfermedades mentales en el medio de la historia, qué difícil es todo, no? Una trata de interpretar el accionar de esas personas desde el sentido común, pero es imposible.

Estará su madre hoy por hoy lo suficientemente sana como para que su hija pueda comprometerse emocionalmente con ella? Quién lo sabe. Pero es su madre... y esta chica también querrá sacarse la duda, no? Lo hará desde el sentido común, claro. Y otra vez estamos en el mismo problema del principio...

Es difícil tomar partido.

Besos gigantes.

Fabiana dijo...

Vero: Ni siquiera podemos sacar conclusiones porque nos falta una parte de la historia. Confío en que madre e hija tengan esa oportunidad que tanta falta les hace, pero en el fondo me preocupa bastante.
Que tengas un lindo comienzo de semana.

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