RELATOS COTIDIANOS: CAPÍTULO 7 UN VOCABLO CAÍDO EN DESUSO (bajo licencia de Creative Commons)

23 febrero 2009

CAPÍTULO 7 UN VOCABLO CAÍDO EN DESUSO (bajo licencia de Creative Commons)

A menudo me pongo a pensar qué es la educación.

Inmediatamente, aparece en mi mente, la imagen de una escuela con la bandera flameando. Aunque esa bandera, en los últimos tiempos, debería haber quedado a media asta, pues, en términos generales, la educación ha desaparecido.
Claro que se trata de una definición muy amplia...
Pero, ¿Cuándo se comienza a educar?

Sin lugar a dudas, desde el momento del nacimiento. Cuando dejamos a un bebé llorando para que no se acostumbre a estar en brazos, o decidimos reordenar los horarios de las mamaderas, para que el niño aprenda que no estamos a su disposición para alimentarlo cada media hora, no hacemos otra cosa, que combinar amor y límites.

Entonces, ¿Qué raro sentimiento se nos cruzará por la cabeza, como para truncar aquella educación precoz?

Hace muchos años, oí, que para definir lo que es un límite, había que pensar en una ruta, durante una noche cerrada. Si el auto circula sin luces, se desconoce dónde termina el pavimento, corriendo el riesgo quien conduce, de salirse de él.
En cambio, si las luces están encendidas, se iluminarán las líneas de los bordes, pudiendo reconocer exactamente entre qué espacios se debe conducir para no salirse del camino correcto.

No he escuchado jamás una descripción más gráfica y precisa. La vida es una ruta oscura y nuestros consejos de padres, son las luces del auto. Una vez que nuestros hijos se acostumbren a encender esas luces, ya nada los sacará de su camino. Eso es educar.
Difícil tarea nos toca, pues sólo podemos improvisar sobre la marcha, dado que nadie sabe ser padre. No existe escuela para padres, ni tampoco dos niños iguales. Por lo tanto, lo que resulta aplicable con uno, puede no serlo con otro.

Cuando «M» era pequeño, traté de inculcarle aquellas cosas que «deben» hacerse, por ética, porque corresponde o simplemente porque forman parte de las buenas costumbres. Pero en más de una oportunidad, me ha reprochado esa rectitud, al observar que otros compañeros no se manejaban con el mismo criterio.
Recuerdo haberle enseñado, por ejemplo, que ir a la dirección de la escuela, es una penitencia que vale la pena evitar. Sin embargo, una vez, volvió del colegio convencido de que ese lugar era el mejor del mundo, pues mientras el grado continuaba en clases, tres compañeros con mala conducta, habían pasado allí toda la mañana, probando nuevos softwares para las horas de informática.




ESTA OBRA QUEDÓ REGISTRADA EN LA

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EL 16 DE NOVIEMBRE DE 2007

BUENOS AIRES - ARGENTINA

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11 comentarios:

Natalia dijo...

Fabi... realmente educar a un hijo no debe ser tarea para nada facil, pero que orgullosa te debes de sentir de poder hacerlo y luego ver sus logros gracia a ello.
Me encanta leer tus experiencias, debes ser una mama genial...Te mando un fuerte abrazo y que tengas una hermosa semana.

Cecy dijo...

Ciertamente es una tarea dificil pero encantadora.
Dificil, porque es tan grande la responsabilidad de educar a otro ser, que piensa y siente y que además los errores que se pueden cometer son algo que no sabremos hasta entrada edad.
Y encantadora, porque son nuestros motivos mas importante para la vida del día a día, esos amores que nos llena el alma.

Quizas esto ahora lo puedo decir con mas tranquilidad y orgullo a ver a mi hijo ya grande, sano y sobre todo buena persona.

Besos Fabi, me encanta leerte.

Fabiana dijo...

Nataly: Es bastante complicado, sobre todo en esta edad. Es un chico grande y hay que lidiar todo el tiempo.
Pero es un hermosos desafío.
Te mando un beso.

Cecy: Coincido con vos. Y esta es la peor etapa. Si me equivoco, recién lo sabré cuando sea demasiado tarde.
Saludos y gracias por pasar.

©Claudia Isabel dijo...

Fabiana, yo tengo tres pequeños y una grande...muientras que trato de inculcarles buenso valores, por otro aldo ven la triste realidad de quienes no los tienen. Doble pelea la de las madres!
Excelente!
Un abrazo

Anónimo dijo...

Vi que anuncias cada capítulo en Literaturame.net, gracias a esa página supe de ti.

Leeré lo más que sea posible.

Luis Meneses

Anónimo dijo...

Vi que anuncias cada capítulo en Literaturame.net, gracias a esa página supe de ti.

Leeré lo más que sea posible.

Luis Meneses

Fabiana dijo...

Claudia Isabel: Bienvenida.
Es cierto, y a veces jugamos con los dobles discursos. Lo que debe ser...y lo que tienen que hacer para no quedar afuera.
Te mando un beso.

Luis: Bienvenido. Te agradezco la visita y te espero. Podés leer lo publicado del libro directamente en http://sites.google.com/site/soymamadeunhijounico/
Descargando los adjuntos de cada capítulo.
Gracias por pasar.

Anónimo dijo...

Por más difícil que se la tarea de "educar" a nuestros hijos, es una obligación que tenemos como padres, y que podemos disfrutar al máximo!!!

Saludos!!

Fabiana dijo...

Cando: Yo lo disfruto muchísimo. Entiendo que el camino que uno les va marcando es el que luego recorrerán solos y eso me da mucho placer, pero también mucho miedo.
Saludos.

Ivana Carina dijo...

Buenísimo Fabiana!!

Es una tarea ardua pero alguien tiene que hacerlo.... ^.^

Si todas las madres hiciérmos nuestro trabajo, las cosas serían muuuyyy distintas....

Besotes!!!

Fabiana dijo...

Ivana: Seguramente todo sería distinto. Aunque así están dadas las cosas.
Saludos.

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