Después de varios años de formar parte de la comunidad del colegio al que asiste mi hijo, tuve la desdicha de ver derrumbarse la excelencia educativa que históricamente distinguió al establecimiento de otros tantos municipales pertenecientes al mismo distrito.
La Dirección optó por hacer la vista gorda, priorizar cualquier actividad a las horas curriculares y concedió a sus alumnos libertad para que "literalmente" hicieran lo que quisieran, aún en presencia de los docentes.
A lo largo de los últimos dos años, podría asegurar que la escuela había quedado acéfala.
Por suerte para todos, el Director consiguió un ascenso y dejó su cargo temporariamente vacante.
Por suerte para pocos, acaba de asumir en su lugar una nueva Directora que dejó entrever desde el primer día de clases mucho carácter y la firme convicción de poner las cosas nuevamente en su lugar.
Todas las mañanas, en la puerta de entrada al colegio, se oye murmurar a los padres. Algunos a favor y otros tantos en contra de tamaña decisión de obrar como corresponde.
Hace unos días, se me acercó una mamá para consultarme acerca de la actitud de la nueva autoridad. Le respondí que me parecía acertada sobre todo para nuestros hijos que están a un paso de entrar en la escuela secundaria.
No compartió mi idea.
Le pregunté si ella tenía aguna información que yo desconociera. Si sabía de maltratos tanto físicos como psicológicos.
-No. (Me respondió). Pero grita mucho. Parece una directora de hace 30 años...
Yo no podía creer lo que estaba escuchando. "¡Grita mucho!" Pobrecitos los angelitos...A ver si se trauman todavía.
Cuando volví a mi casa me puse a pensar que hace unos 30 años, yo cursaba la escuela primaria. Y recordé que a nuestros superiores se les hablaba con respeto, que en las horas de clase no volaba una mosca, que no nos permitían "matarnos" en los recreos y que nuestros padres se mantenían en contacto permanente con los docentes, aunque jamás se les iba a ocurrir agredirlos por señalar actitudes negativas de sus hijos.
Y entonces llegué a una conclusión: ojalá que esta Directora se parezca aunque sea un poquito a las de aquella época. Por el bien de todos y por el futuro de nuestros hijos.
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