Hoy se cumplen 13 años de la muerte de Tato Bores.
-La culpa de todo la tiene el ministro de Economía, dijo uno.
-¡No señor! Dijo el ministro de Economía mientras buscaba un mango debajo del zócalo. La culpa la tienen los evasores.
-¡Mentiras! Dijeron los evasores mientras cobraban el 50% en negro y el otro 50% también en negro. La culpa de todo la tienen los que nos quieren matar con tanto impuestos.
-¡Falso! Dijeron los de la DGI mientras preparaban un nuevo impuesto al estornudo. La culpa de todo la tiene la patria contratista; ellos se llevaron toda la guita.
-¡Pero por favor! Dijo un empresario de la patria contratista mientras cobraba peaje a la entrada de las escuelas públicas. La culpa de todo la tiene la patria financiera.
-¡Calumnias! Dijo un banquero mientras depositaba a su madre a siete días. La culpa de todo la tienen los corruptos que no tienen moral.
-¡Se equivoca! Dijo un corrupto mientras vendía a cien dólares un libro que se llamaba “ Haga su propio curro” pero que en realidad, sólo contenía páginas en blanco. La culpa de todo la tiene la burocracia que hace aumentar el gasto público.
-¡No es cierto! Dijo un empleado público mientras con una mano se rascaba el pupo y con la otra el trasero. La culpa de todo la tienen los políticos que prometen una cosa para nosotros y hacen otra para ellos.
-¡Eso es pura maldad! Dijo un diputado mientras preguntaba dónde quedaba el edificio del Congreso. La culpa de todo la tienen los dueños de las tierras que no nos dejaron nada.
-¡Patrañas! Dijo un terrateniente mientras contaba hectáreas, vacas, ovejas, peones y recordaba antiguos viajes a Francia y añoraba el placer de tirar manteca al techo. La culpa de todo la tienen los comunistas.
-¡Verso! Dijo un guerrillero mientras armaba un coche-bomba para salvar a la humanidad. La culpa de todo la tienen los fascistas.
-¡Malvados! Dijo un fascista mientras quemaba una parva de libros juntamente con el librero. La culpa de todo la tienen los judíos.
-¡Racistas! Dijo un sionista mientras miraba torcido a un coreano de Once. La culpa de todo la tienen los curas que siempre se meten en lo que no les importa.
-¡Blasfemia! Dijo un obispo mientras fabricaba ojos de agujas como para que pasaran diez camellos al trote. La culpa de todo la tienen los científicos que creen en el Big Bang y no en Dios.
-¡Error! Dijo un científico mientras diseñaba una bomba capaz de matar más gente en menos tiempo con menos ruidos y mucho más barata. La culpa de todo la tienen los padres que no educan a sus hijos.
-¡Infamia! Dijo un padre mientras trataba de recordar cuántos hijos tenía exactamente. La culpa de todo la tienen los ladrones que no nos dejan vivir.
-¡Me ofenden! Dijo un ladrón que arrebataba una cadenita a una jubilada y, de paso, la tiraba debajo del tren. La culpa de todo la tiene la policía que tienen el gatillo fácil y la pizza abundante.
-¡Minga! Dijo un policía mientras primero tiraba y después preguntaba. La culpa de todo la tiene la Justicia que permite que los delincuentes entren por una puerta y salgan por la otra.
-¡Desacato! Dijo un juez mientras cosía pacientemente un expediente de más de quinientas fojas que luego, a la noche, volvería a descoser. La culpa de todo la tienen los militares que siempre se creyeron los dueños de la verdad y salvadores de la patria.
-¡Negativo! Dijo un coronel mientras ordenaba a su asistente que fuera preparando buen tiempo para el fin de semana. La culpa de todo la tienen los jóvenes de pelo largo.
-¡Ustedes están del coco! Dijo un joven mientras pedía explicaciones de por qué para ingresar a la facultad había que saber leer y escribir. La culpa de todo la tienen los ancianos por dejarnos el país que nos dejaron.
-¡Embusteros! Dijo un señor mayor mientras pregonaba que para volver a las viejas buenas épocas nada mejor que una buena guerra mundial. La culpa de todo la tienen los periodistas porque junto con la noticia aprovechan para contrabandear ideas y negocios propios.
-¡Censura! Dijo un periodista mientras con los dedos cruzados, rezaba por la violación y el asesinato nuestro de cada día. La culpa de todo la tiene el imperialismo.
-¡Eso no es cierto! Dijo un imperialista mientras cargaba en su barco un trozo de territorio con su subsuelo, su espacio aéreo y su gente incluida. La culpa la tienen los cipayos que nos permitieron llevarnos hasta el gato.
-¡Infundios! Dijo un cipayo mientras marcaba en un plano las provincias más rentables. La culpa de todo la tiene Magoya.
-¡Ridículos! Dijo Magoya acostumbrado a estas situaciones. La culpa de todo la tiene Montoto.
-¡Cobardes! Dijo Montoto que de esto también sabía un montón. La culpa de todo la tiene la gente como vos por decir boludeces.
-¡Paren la mano! Dije yo mientras me protegía detrás de un buzón. Yo sé quién tiene la culpa de todo. La culpa de todo la tiene EL OTRO. ¡El Otro siempre tiene la culpa!
-¡Eso, eso! Exclamaron todos a coro. El señor tiene razón: la culpa de todo la tiene EL OTRO.
-Dicho lo cual, después de gritar un rato, romper algunas vidrieras y/o pagar alguna solicitada, y/o concurrir a algún programa de opinión en televisión (de acuerdo con cada estilo), nos marchamos a nuestras casas por ser ya la hora de cenar y porque el culpable ya había sido descubierto. Mientras nos íbamos no podíamos de dejar de pensar:
"LA CULPA SIEMPRE LA TIENE EL OTRO"
9 comentarios:
Buenísimo.
Es cierto.
Nosotros NUNCA tenemos la culpa.
Siempre son los demás.
Besos.
Fabi,
Un genio Tato! sus monólogos siguen siempre actuales. Los podemos seguir aplicando hoy, 2009, y es exactamente lo mismo que siempre. Es que nunca aprenderemos?
(respuesta obvia).
Lo de adosar culpas al otro! uf! cuánta razón.
Muy bueno este tributo que le hiciste. Te felicito!
Un beso
Que grande Tato, un maestro. Pero nosotros tenemos también parte del crédito. Somos iguales desde 1700 y parece que no vamos a cambiar más.
Muy buen recuerdo, te dejo un beso desde muy lejos.
Toro Salvaje: En este mundo NADIE tiene la culpa de nada...
¿Pues entonces quién la tiene?
Lógicamente el Gran Bonete.
Buen fin de semana.
Marce: Los monólogos de Tato siguen tan vigentes como Mafalda de Quino. Otro genio.
Tengo toda la colección desde chiquita y cada tanto vuelvo a leerla y me muero de risa por lo actual de su contenido.
Te mando un beso grande.
Gamar: Claro que siempre fuimos iguales. Es muy fácil comprobarlo leyendo un libro de historia argentina y viendo cómo se repiten tristemente los ciclos. Siempre lo mismo.
Saludos.
Los monólogos de Tato siempre tendrán vigencia, mal que nos pese...
Tato, un genio!!!
Abrazos!!!!
El tipo era un genio. Por suerte un genio reconocido en su época y cada vez más valorado.
Cando: Nos tendría que pesar bastante la vigencia de sus monólogos. Cro que fue un visionario. Jaja.
Te mando un beso.
Xavier: Es cierto lo que decís. Los grandes se convierten en mitos después de muertos.
Y Tato Bores era un grande.
Saludos.
mirá!!! :P
http://irreflexionesarbitrarias.blogspot.com/2009/01/dienme-pero-una-vez-ms-alguien-lo-tena.html
Horacio: Siempre leo tus post, pero no siempre coincido con vos.
Saludos.
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